Ser vecino del edificio Fantasía se convirtió en una pesadilla para los residentes del centro de Guayaquil: unos cerraron sus negocios, otros se mudaron de inmediato a cuadras vecinas para no perder su clientela del sector, y están quienes tienen que verlo todos los días desde sus ventanas y terrazas porque no pueden dejar sus departamentos.
Ese es el caso de las más de 33 familias que viven en el edificio Da Vinci, una estructura de 10 pisos que está ubicada en la calle Esmeraldas, entre la avenida 9 de Octubre y Hurtado, diagonal al Fantasía.
Desde la terraza de ese edificio, se puede ver claramente como los técnicos adecúan el espacio para realizar el apuntalamiento, que implica que se den de baja algunas paredes en los primeros pisos. Allí algunos vecinos le siguen la pista al Fantasía mientras se avanza con su intervención, que se prevé dure tres meses.
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“No nos han dicho para desalojar, hemos visto que los negocios sí han desalojado y nosotros no. No nos hemos entrevistado con nadie del Municipio, nos dejaría más tranquilos un plan de intervención que nos explique el proceso y que nos indique si es necesario desalojar”, dijo un inquilino del piso 9 del Da Vinci.
Un piso más abajo está Carlos con su esposa Vanessa, quien cuida a sus nietos de 1 y 5 años, de lunes a viernes, porque su hija y su yerno trabajan.
Carlos, de 51 años, al igual que su esposa, comentó que ella sola se dedicaba al cuidado de los mejores, sin embargo con lo que sucedió de la inclinación e intervención del Municipio, él prefiere estar a la expectativa si sucede algo para socorrerlos.
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Asimismo, María, otra de las residentes, comenta que escuchan la maquinaria trabajar, cómo derrumban algunas paredes, el ingreso de las maquinarias.
“Le he pedido a mi familia que me tenga un espacio por si me toca salir del departamento por precaución mientras lo estén derrocando”, dijo la mujer.
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Incluso varios de los propietarios al momento cotizan seguros privados para departamentos y también para el edificio ante cualquier novedad en la estructura.
Ellos este, miércoles, 3 de julio, se reunieron con varios representantes de empresas de seguros para revisar las opciones que tienen.
Gustavo Rivadeneira, líder barrial de ese sector, explicó que con base en lo conversado con personal municipal no se darían más desalojos en otras zonas aledañas y que se pide que se socialice la intervención porque los vecinos se mantienen asustados.
En la avenida 9 de Octubre, un equipo de obreros usa maquinaria pesada para remover el material desalojado y hacer perforaciones en tierra, y otros intervienen en los primeros pisos del edificio Fantasía, como parte de los trabajos para mitigar el avanzado proceso de inclinación. (I)
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