Hace casi 25 años, en octubre de 1999, Édgar Lama Valverde dio el discurso de inauguración del hospital clínica Kennedy Alborada, cuando cumplía funciones como director técnico.

En estos quince días recientes, Lama encabeza cambios que enfrenta la casa de salud al desligarse del grupo hospitalario Kennedy, creado por su padre, Téofilo Lama.

En un plazo de 90 días se prevé que la clínica Kennedy Alborada tenga un nuevo nombre. Por ahora, su principal, el doctor Lama Valverde, lo llama New Hospital (Nuevo Hospital).

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Cambios en el hospital Luis Vernaza para repotenciar especialidades e incrementar atención de pacientes

Ahora, en la clínica laboran con 370 colaboradores, y en dos torres de consultorios se mantienen 100 especialistas en cada edificación.

Lama cuenta detalles del camino trazado para esta casa de salud, incluyendo la compra de equipamiento de última tecnología para mejorar las atenciones de salud e impulsar al centro como referente de la salud local.

El doctor Édgar Lama Valverde dirige nuevo hospital que se desliga del grupo Kennedy. Foto: El Universo

¿Cómo así se da este cambio del grupo Kennedy?

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Salí del grupo hospitalario hace siete años. Me retiré, no de la parte cúpula de acciones del grupo, pero sí me retire de todo lo que es presencia del grupo. Ningún cargo ocupé en hospitales del grupo. Me retiré de mi práctica privada, incluso lo hice en otros hospitales de la ciudad. Le dije (a mi padre) que a mí me gustaría manejar este hospital, cosa que el resto del grupo no quiso; entonces, le dije: “Bueno, quisiera tomarlo”. Y salgo totalmente de todo el grupo manejando este hospital, bajo mi responsabilidad entera. Entonces, se tomó ese paso y logramos separar este hospital para que quede para mí, con mi dirección y con la responsabilidad de todos los riesgos que puedan ocurrir, y vamos adelante. Yo ya me separo totalmente del grupo.

Es decir, su padre (Teófilo) sigue en funciones con el grupo...

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Ellos siguen en funciones con el grupo, como han venido desde los últimos siete años en que yo salí.

Y, al proponer que usted tome la batuta de la clínica, dentro del grupo, ¿no hubo un acuerdo?

Así es. Por mi cuenta, voy a separar el nombre; la razón social sigue igual; los convenios que se han mantenido siguen igual, a espera de nuevos convenios, tal vez con mejores participaciones para ambas partes; estoy esperando para conversar con todas las personas que tenemos convenios. Respetamos los convenios anteriores con todas las compañías de seguro, con todas las compañías del grupo o que fueron, Mediken, Asisken. Siguen viniendo aquí.

En este proceso de transición, ¿qué acciones se dan?

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Ahora conversamos con la cuarta agencia de publicidad; ya me han visitado tres. Cogí tres agencias en simultáneo para ver. Las tres han hecho un gran esfuerzo, pero no han llegado a una satisfacción de todos los miembros de la familia. Hemos escogido una cuarta casa de branding internacional. Estamos trabajando actualmente; calculo en cuatro semanas tener resultados finales de brading, nombre y todo eso. No tengo prisa, porque tengo tres meses para usar el nombre del hospital, pero ya le decimos el Nuevo Hospital, un nombre transitorio.

En este proceso, ¿habrá servicios y especialidades que variarán?

No, los servicios y las especialidades se mantienen y los estoy repotenciando. He comprado y adquirido, que en diciembre me llega, una nueva resonancia magnética nuclear, sin helio; nuevo angiógrafo, que no había; el ecocardiograma. Estamos mejorando. En la resonancia nuclear tendré el único programa en el país para perfusión miocárdica para saber zonas frías y calientes mediante contraste, sin mayor prueba de esfuerzo del corazón. Todos los juguetes nuevos del corazón los he traído...

¿Qué otras acciones se emplean?

Hemos mejorado. Estoy repotenciando el departamento de oncología y reumatología con nuevas alternativas, nuevos especialistas que vienen con nosotros...

En tema de derivaciones, ¿cómo se manejan?

Con el IESS estoy perfectamente. En este momento estoy recibiendo gente del IESS. Acabo de operar con marcapasos a un paciente del IESS, y estamos progresando poco a poco. Creo que se ha robustecido la parte del IESS; estoy recibiendo mucha gente...

¿Con los trabajadores se socializan los cambios? ¿Habrá salidas de funcionarios?

Aunque he recibido un pasivo laboral bastante elevado, mi primera situación: yo soy una empresa de servicios, y una empresa de servicios jamás pierde su materia prima, que es su personal. No va a salir nadie; dentro de lo que pueda, no va a salir nadie, tal vez uno que otro o dos que no pertenecen aquí (...) o no han pertenecido aquí. Todo el personal estamos unidos como uno solo. Todo el personal está muy contento de que esté aquí y que yo haya vuelto. Es más, de otros lados quieren venir...

¿Qué han logrado estos quince días?

Hemos subido un porcentaje aproximado de 20 % de ingresos, que ya la gente sabe que hemos venido. Hemos hecho convenios con médicos. Todo eso hace que la gente se comprometa... La gente está con un nuevo comienzo, con entusiasmo.

En el enfoque de la nueva clínica, ¿qué cambios se darán en principio?

Primero, inicio cursos de especialización, porque estamos empezando cirugía cardíaca; es un proceso de adiestramiento de personal, con entrenamiento teórico-práctico. Inicio ciclo de conferencias de adiestramiento al personal. He contratado de recursos humanos, gente especializada para dar nuevos cursos a las personas sobre enfoque, empatía, de personalidad, porque las personas que están aquí conmigo van a atender a los pacientes. (...) Busco que mis colaboradores se comprometan conmigo y yo me comprometo con ellos, que los voy a cuidar, a apoyar.

¿Ese será un poco el enfoque?

Ese será el enfoque, una clínica humana. Usted viene y los vamos a recibir con cariño. Luego, estoy tratando de mejorar la infraestructura: es un edificio de 25 años. Estoy cambiando muchos conceptos, que tengo que hacerlo progresivamente porque no quiero cerrar. Luego, aumentando especialidades: neuroquirúrgicas, traumatología y ortopedia, neurocirugías de altísimo nivel. Estamos haciendo traumatología de más especialidad, de espina dorsal, rótula, implante de rodillas, cambio de meniscos y muchas cosas que nuestro departamento de traumatología está empeñado en volverlo a hacer, ponernos al día o ponernos en número uno en la ciudad.

Para más adelante, ¿se planea crear otra sede?, ¿cuál es su sueño con este hospital?

Siempre digo: uno tiene que saber cuánto puede morder, que sea capaz de masticar. Hay gente que muerde mucho y no es capaz de masticar. Primero, paso a paso, tengo que poner al día todas las cuentas, comenzar a trabajar una reingeniería con todo el personal para cambiar la actitud. El personal tiene que comprometerse con los nuevos líderes. Tengo que hacer una reingeniería de todos mis equipos médicos para saber cuántas atenciones puedo dar, cambiar relaciones con mis socios estratégicos, que son los médicos especialistas; una vez que eso comience, reforzar departamentos y comenzar de rutina a hacer operaciones importantes, trasplantes, y de ahí podremos pensar en alguna otra sede. Por el momento, un paso a la vez.

¿A largo plazo se podría dar?

Posiblemente. Todo depende de cómo se vayan decantando las cosas si el Señor me da vida, salud y fortaleza. Creo que hasta el momento sí. Entonces, podemos ir pensando, ver cómo podemos hacer con nuevos socios, ver si podemos hacer con una filosofía, con un grupo de médicos en algunos sitios. (I)