La pandemia del COVID-19 dio un duro golpe económico a las aerolíneas y a los aeropuertos, que vieron caer sus ingresos por la contracción del tráfico de pasajeros. Y aunque el 2021 supuso una mejoría frente al escenario del año pasado, la recuperación aún no está a la vista, sobre todo por la amenaza de la variante ómicron.