Los pacientes con sintomatología de COVID-19 que lleguen al hospital Luis Vernaza serán atendidos en una estación de triaje de 54 m² que fue inaugurada este jueves 20 en el patio de la casa de salud.
La carpa cuenta con seis camillas, espacio para diagnóstico y observación; además de oxigenoterapia para atender inmediatamente a quienes lleguen con dificultad respiratoria.
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Los médicos destacan que es importante no mezclar a los pacientes que aún no han sido diagnosticados con los que ya están siendo tratados por el virus. Por eso, en este nuevo espacio se espera atender a unos 3.000 pacientes en los próximos meses y reducir de esta manera la demanda de camas de hospitalización.
El cónsul de Estados Unidos en Guayaquil, Brian Quingley, inauguró la estación en representación de Usaid (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), organismo que brinda apoyo al Ecuador mediante el programa “Oxígeno para salvar vidas”.
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La estación de triaje estará equipada con 10 kits de oxigenoterapia, 10 oxímetros de pulso, 10 concentradores de oxígeno, además de insumos, dispositivos médicos y equipos de protección personal para la atención de pacientes de COVID-19.
De acuerdo con el convenio, la estación de triaje permanecerá durante siete meses brindando atención a los pacientes con personal de salud del hospital.
José de la Torre, gerente del programa “Oxígeno para salvar vidas”, indicó que se han donado estas carpas de triaje en doce hospitales de nueve provincias, y que cada una estaría valorada, por los equipos, en unos 100.000 dólares.
Aseguró además que las carpas son reutilizables, que más adelante pueden servir como centros de vacunación o para brigadas médicas en zonas rurales.
Alberto Daccach, subdirector técnico y jefe de Emergencia del Luis Vernaza, dijo que las camas de UCI están ocupadas en un 97%, es decir, 73 camas con pacientes contagiados que luchan por sus vidas.
El médico cuenta que esta semana se ha registrado una menor llegada de pacientes locales, pero indica que las transferencias de otros hospitales, especialmente de la Sierra, se mantienen.
Daccach considera que los ciudadanos le han perdido el miedo y el respeto al virus, y espera que la cifra de hospitalizaciones siga bajando, aunque teme que en quince días se dé un rebrote tras el feriado del 24 de mayo.
“Estamos ante la caída de una segunda ola, pero no nos descuidemos, porque puede haber una tercera y cuarta mientras no se vacune a la mayor parte de la población, esto sigue de largo. Tenemos, facilito, aún un año de emergencia sanitaria”, sostuvo el médico. (I)