Ellos sienten como que “algo” les recorre la piel, les pica, tienen sensación de cosquilleos y se rascan. Por eso, siempre se los ve andándose en la piel; tienen raspones. Así describen médicos los comportamientos de jóvenes que han consumido mezclas de drogas, quienes además tienen movimientos repetitivos que los hacen compulsivos y agresivos cuando están en contacto con más personas.