Con una sesión solemne se conmemoraron los 65 años de vida institucional del Centro de Estudios Espíritu Santo, que inició sus operaciones en 1957 en Urdesa Central, norte de Guayaquil, bajo la administración de la Comunidad de Misioneros Claretianos. El 21 de junio de 1984 se trasladó a su ubicación actual, av. Juan Tanca Marengo y av. Las Aguas.

Después de un cuidadoso análisis, los religiosos entregaron los derechos del colegio, administración e infraestructura a la familia Ortega Trujillo, actuales propietarios. Así, el 16 de mayo de 1986 comenzó sus labores la renovada entidad educativa, reforzando la parte académica con recursos didácticos indispensables para continuar con la misión de educar y formar a nuevos jóvenes.

Aldo Maino Isaías, director general del Centro de Estudios Espíritu Santo, recibe el reconocimiento del Municipio de Guayaquil, entregado por Allyson Luna, directora de Gestión y Promoción Cultura, en representación de la alcaldesa Cynthia Viteri. Foto: Cortesía

A la ceremonia por las bodas de platino institucionales acudieron autoridades locales, provinciales y nacionales, quienes resaltaron al Centro de Estudios Espíritu Santo como un referente educativo de la ciudad y otorgaron varias condecoraciones. Allyson Luna Fuentes, directora de Gestión y Promoción Cultura, entregó un reconocimiento en nombre de la Municipalidad de Guayaquil; mientras que la Prefectura del Guayas dio una presea.

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“Nuestro compromiso con la comunidad educativa y con el país es mantener incólume nuestros principios, ofreciendo una educación moderna y preparando bachilleres listos para ingresar a las mejores instituciones de educación superior, nacional y del mundo, no solo con habilidades duras sino con un espíritu emprendedor que, con la globalización, ese mundo puede no ser suficiente”, destacó Aldo Maino Isaías, director general del Centro de Estudios Espíritu Santo.

Por su parte, el rector general Joaquín Martínez Amador, recordó que hace dos décadas, después de tres años en el Gobierno, escogió entregar el resto de su vida a la educación. “Aprendí la gloria y el sacrificio de laborar en un colegio. Gracias a todos ustedes por haber sido mis maestros. Me reuní con grupos mixtos de doce estudiantes, a veces sentados en el suelo, a veces alrededor de una mesa: aprendí a escuchar y a entender”, enfatizó.

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Estudiantes, docentes y personal administrativo también estuvieron en la sesión solemne, en la que exalumnos de la institución fueron homenajeados por sus emprendimientos exitosos, entre ellos, Cristina Argüello Delgado, Diego Amén Polanco, Tiffany Oñate Argüello y Julio Tomalá Delgado.

El director general del Centro de Estudios Espíritu Santo, Aldo Maino Isaías, junto a maestros y directivos. Foto: Cortesía