El entregarse al amor a Dios, llevar una vida de generosidad y amabilidad destacan a Diana y Benito, dos cristianos practicantes de Guayaquil, que casi a diario van a los templos y tratan de tener una cotidianeidad que refleje a Cristo en sus acciones.

Desde su fe ellos destacan cuál es el valor real de la celebración de la Navidad, una fecha que el mundo cristiano vive con fervor.

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Diana Madrid, cristiana evangélica de 63 años, comentó que hace siete años pertenece al Ministerio Femenino del Centro Evangelístico Asambleas de Dios (CEAD), en las calles Luque y Rumichaca.

Allí da la bienvenida y acompaña a sus hermanos todos los días desde las 05:45 hasta las 10:00, en las primeras reuniones.

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Diana Madrid, residente de Durán, acude a diario al Centro Evangélico Asambleas de Dios. Foto: José Beltrán/ El Universo Foto: El Universo

Ella manifestó que la Navidad es reconocer el milagro del nacimiento de Jesús como hijo de Dios. Para ella ese amor de Dios de enviarnos a su único hijo significa devolverlo con acciones hacia los demás.

La mujer, quien tiene cinco hijos y diez nietos, expresó que se siente inmensamente contenta servir a Dios mediante su labor con otras personas.

“Dios lo es todo en mi vida, vivo para él y en esta Navidad le ofreceré mi tiempo, mi amor y daré gracias por llevar su palabra, su consejo a mis hermanos”, comentó.

Con esa misma devoción, cuadras más adelante, en la iglesia de San Francisco, también conocida como Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, Benito Holguín, guayaquileño de 75 años, expresa su devoción católica. Trata de vivirla con devoción y un sentido práctico.

Pese a que él vive en el norte, frecuenta las iglesias del centro como la Catedral y la San Francisco. Para él hay dos conceptos marcados sobre el significado de esta fecha. Estos son la Natividad y la Navidad que se ofrece con fines comerciales.

Benito Holguín, uno de los cristianos católicos, que acude a diario a las misas en el centro de Guayaquil. Foto: José Beltrán/ EL UNIVERSO Foto: El Universo

“Natividad es recordar el nacimiento del Dios hecho hombre. Pero el mundo ha tergiversado en celebrar una Navidad comercial de lujos y derroches, donde nos llenamos de tristezas y melancolías en muchos casos”, manifestó.

Añadió que él celebra esta fecha con el recogimiento familiar, junto a su esposa en una cena, muy agradecido por el momento de recibir a Jesús una vez más en su corazón.

“Celebrar la natividad, la verdadera Navidad es poder representar a Jesús y Dios aquí en la tierra. Esto debemos vivirlo con amor, con generosidad”, insistió.

Indicó que se debe ser constante en la fe a Dios. “A veces vemos estas iglesias casi vacías, pero en el momento de la Navidad vemos llenos. No debe ser así, hay que ser constante en todo momento porque Dios está con nosotros siempre, este es un momento de espiritualidad”, indicó. (I)