Dieciocho niñas con su uniforme de color morado, cada una sentada en una silla, miraban unos videos sobre valores, convivencia social la mañana del miércoles, 6 de marzo. Ellas son parte de las 23 menores que viven en la Casa Hogar Perpetuo Socorro, entidad particular que asiste a niñas víctimas de violencia física, psicológica y sexual.