Con ollas, tarros de leche vacíos y palos, los maestros jubilados llegaron a la Plaza San Francisco, ubicada en la avenida 9 de Octubre y Pedro Carbo, para protestar. El sonido de cacerolas se escuchó hasta dos calles a la redonda.
Los jubilados, de forma pacífica, se agolparon en la plaza desde las 10:00 de este miércoles 24, para exigir al Gobierno el pago de los incentivos jubilares que les adeudan a quienes culminaron sus periodos de trabajo entre el 2019 y 2022.
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Entre el estruendo del golpeteo de las ollas, Wilger Camacho gritaba que se le cancele su derecho por haber servido a la educación del país: “Toda nuestra juventud y esfuerzo la dimos para que niños y jóvenes se formen con lo mejor”.
El docente salió en septiembre del 2020 después de casi 40 años de trabajo y desde esa fecha no se le ha cancelado el incentivo jubilar.
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Camacho afirmó que lo que recibe de pensión no le alcanza para solventar sus gastos mensuales que corresponden a medicinas para la presión arterial, arriendo, alimentación y transporte. De hecho, en algunos meses ha interrumpido su medicación ya que cuando no se le dota de las pastillas en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) evita comprar los medicamentos por fuera para no quedarse sin efectivo.
“Uno trabaja toda su vida para saber que al llegar a la tercera edad se pueda vivir tranquilo y sin pasar por padecimientos, ahora estamos mendigando algo que nos pertenece para poder vivir bien”, dijo el hombre.
Asimismo, Noralma Franco, con un silbato y una pancarta, llegó a la plaza este miércoles para, junto a sus colegas, solicitar atención por parte de las autoridades. Ella salió del magisterio en 2022. “Es lamentable que tengamos que tomar este tipo de medidas para ser escuchados. Exigimos nuestro pago por la labor que ejercimos por más de dos décadas”, dijo.
Franco, de 62 años, sostuvo que se continuará con este tipo de medidas hasta que el Ministerio de Finanzas dé una respuesta.
Los maestros jubilados han creado un grupo con el que semanalmente se reúnen para ver los avances de su pedido al Gobierno.
Harry Valarezo, vocero del grupo de docentes y personal administrativo jubilado en Guayas, dijo que es necesario que se incremente el presupuesto en el segundo semestre para realizar las cancelaciones de incentivo al personal retirado.
“Somos más de 2.000 empleados en Guayas, especialmente en Guayaquil, que esperan las compensaciones económicas consagradas en la Constitución y en leyes como la de Educación y Servicio Público”, reiteró.
Valarezo manifestó que espera que las autoridades tomen en cuenta el pedido de este grupo de atención prioritaria y que ofrezcan las opciones de pago del incentivo. “Compañeros han fallecido sin recibir el pago que por ley les correspondía por tantos años de servicio”, anotó.
Los jubilados solicitan una audiencia con el presidente de la República para exponer su pliego de peticiones. Este miércoles, luego del plantón en la Plaza San Francisco, caminaron hacia el edificio de la Gobernación del Guayas para intentar dialogar con la máxima autoridad de la provincia. (I)