Personal del Laboratorio de Análisis de Alimentos y Ambiente (Protal) de la Escuela Superior Politécnica, que realiza estudios de muestras del sistema de agua potable local, ratificó que el líquido vital que llega a los hogares de Guayaquil cumple con los estándares de calidad.
En días recientes, una denuncia gubernamental sobre la supuesta contaminación del agua del río Daule, principal fuente de captación para la producción de agua potable, volvió a enfrentar al Gobierno nacional con el Municipio de Guayaquil.
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La Agencia de Regulación y Control de Agua (ARCA) inició un proceso sancionatorio contra el cabildo, Empresa de Agua Potable y Alcantarillado e Interagua “por presunta contaminación” en el afluente “con coliformes fecales y otros parámetros sobre los límites”.
Gloria Bajaña, directora general y técnico del laboratorio, que cuenta con acreditación de sistema de calidad ISO17025 y especializado en alimentos, aguas y bebidas, enfatizó que esta agua está apta para el consumo humano y otras actividades esenciales.
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Desde el 2005, Protal, de la Espol, labora con la Empresa de Agua Potable con contratos de trabajo anuales en el análisis de redes de agua potable de Guayaquil, además en las parroquias y la planta La Toma.
Por año, en la planta La Toma se hacen seis muestras, con 36 análisis por cada una; a nivel de parroquias se hacen 90 muestras, con 10 análisis por cada una; y, 650 muestras de agua potable de la red de Guayaquil, con 12 análisis por cada una. En estos se aplican control físico, químico y control biológico, que incluyen a los aerobios y coliformes fecales.
En estos resultados, según la especialista, hasta ahora todos los rangos de calidad del agua potable están normales dentro de la normativa INEN 1108. “No podemos decir algo contrario, somos un laboratorio serio, tenemos nosotros un aval, respondemos a cuestiones internacionales...”, dijo.
En ese sentido, ella descartó que haya presencia de coliformes en los puntos donde se toman muestras para Emapag.
“Los puntos que hemos analizado tanto en el control físico químico como el control microbiológico es un agua apta para el consumo humano, apta para poder bañarse y para hacer todas las necesidades”, recalcó la especialista.
Para la toma de muestras en las redes de agua potable hay un mapeo por parte de Emapag para ubicar los sitios donde se toman las muestras en los barrios de la urbe, incluyendo zonas periféricas. El personal especializado del laboratorio se acerca para tomar muestras directamente en hogares de los diversos sectores de la urbe.
La directora general expuso que desde Emapag se ha notado preocupación continua de que si hay resultado que no se cumpla, se tomen acciones pertinentes.
A mediados de este mes, el Gobierno nacional, a través de la Agencia de Regulación y Control de Agua (ARCA), inició un proceso sancionatorio contra el cabildo por la “supuesta contaminación” en el río.
Según el ente, las inspecciones realizadas y los análisis de las muestras de calidad de agua residual previas a descarga al río, provenientes de las plantas de tratamiento de Guayacanes-Samanes y Sauces-Alborada, evidenciaron niveles de coliformes fecales, entre otras sustancias, que exceden los límites máximos permisibles establecidos en la normativa legal vigente.
Justamente, el 16 de diciembre anterior, la Empresa Municipal de Agua Potable expuso que la calidad de agua que llega a los hogares cumple con los estándares de seguridad establecidos.
Además destacó que la planta de toma de agua, ubicada a 30 kilómetros aguas arriba del punto de descarga de las lagunas de oxidación, asegura que el agua captada para consumo humano no se contamine con aguas residuales tratadas.
“Este diseño previene cualquier riesgo de contaminación, ya que el cauce natural del río fluye en dirección opuesta a las descargas, protegiendo así el suministro de agua potable”, sostuvo el ente. (I)