Que estaba embrujada, que sobre el inmueble rondan “espíritus malignos”... son varias las historias que se han formado sobre una vivienda ubicada en las calles Costanera e Higueras, en la ciudadela Urdesa Central, norte porteño.

El Municipio de Guayaquil informó que se demolerá la popular “casa embrujada”, como es conocido el sitio.

Según Javier Mendoza, quien reside a pocos metros del sitio, esta vivienda fue construida por encargo de un bananero de origen italiano.

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“Fue hace unos 35 años, creo que no le fue bien en los negocios que tenía y le embargaron la casa”, manifestó.

Durante años, la vivienda permaneció abandonada. Tiene tres pisos y una extensa área que colinda con el Estero Salado. En la parte central está ubicada una piscina, la cual hoy está llena de moho, residuos plásticos y hojas. En una de las áreas se observa un fuselaje deteriorado con el paso del tiempo.

Un fuselaje permanece en uno de los patios de la vivienda abandonada. Foto: Jorge Guzmán / EL UNIVERSO.

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María Pía Hidalgo vive en un inmueble diagonal al sitio desde hace casi 15 años. Explicó que, cuando recién se cambió al lugar, la “casa embrujada” servía como bodega de la otrora Agencia de Garantía de Depósitos (AGD).

“Había guardias; sin embargo, siempre existió esa versión de que penaban almas ahí. Luego sacaron todo lo de la AGD y desde ahí quedó abandonada”, expresó Hidalgo.

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La ciudadana explicó que, al no estar habitada la vivienda, comenzaron a ingresar mendigos, por encima de las rejas de entrada. Luego, el espacio fue tomado por personas que ingresaban para consumir alcohol y drogas.

Entre las calles Costanera e Higueras, en Urdesa central, está ubicada desde hace 35 años la denominada ‘casa embrujada’. Foto: Jorge Guzmán / EL UNIVERSO.

“Venían los estudiantes y, como una prueba de valentía, entraban a la casa, hacían bulla. Y por último, ha habido dos incendios”, dijo Hidalgo.

Otro de los malestares era la presencia de roedores y mosquitos en época invernal.

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Desde el 2011 la casa fue alquilada por colectivos artísticos. Eran comunes los conciertos en el interior de la piscina y en otras áreas del inmueble, así como exposiciones pictóricas en los cuartos y pequeñas ferias libres.

“Esto activó el sector, eso le daba otro sentido a la propiedad, pero lamentablemente dejó de hacerse, y ya el lugar fue tomado por drogadictos”, manifestó Hidalgo.

Personal de las direcciones municipales de Obras Públicas y Justicia y Vigilancia acudieron este martes 17 a la vivienda.

En el sitio se realizaban tareas de limpieza en la planta baja.

En la parte interior, junto a la zona de ingreso, incluso se evidenció partes desarmadas de una pequeña avioneta.

La comisaria municipal María Fernanda Garófalo explicó que el proceso de demolición de esta vivienda seguirá en pie, luego de que se presentaron ciudadanos identificándose como propietarios del inmueble, ubicado en el norte de la ciudad. (I)