Uno de los espacios más representativos del sur porteño es el parque Forestal, ubicado en el cuadrante que comprende avenida Quito, El Oro, Venezuela y Guaranda. Antes de la pandemia del COVID-19, decenas de personas acudían para entretenerse o practicar deportes en el interior de sus áreas.

El uso de este espacio como parque se remonta a mediados de la década del 50, en el siglo pasado. En dicho predio funcionaba el hipódromo Jockey Club. Según el libro Monumentos, plazas y parques de Guayaquil, de Efrén Avilés y Melvin Hoyos, los aficionados a la hípica se reunían los domingos para observar las carreras.
Aquellas personas que no podían conseguir boletos para ingresar al recinto se agrupaban en las actuales calles El Oro, Guaranda y Portete para ver el paso de los caballos.

En 1955 se inauguró el hipódromo Santa Cecilia, en Los Ceibos, por lo que el predio del sur ya no albergó más esta actividad. Ante esto, allí se habilitaron varias canchas de fútbol en las que se organizaron partidos de ligas barriales, de liga comercial o campeonatos como el Juan Díaz Salem.

Publicidad

En esa época, la avenida Quito fue habilitada hacia el Puerto Nuevo, y en el predio donde se desarrollaban actividades deportivas, se empezó a planificar la construcción de un parque, en el cual habría árboles, plantas, una laguna con un islote en la mitad y que contaría con pequeños botes para que las familias guayaquileñas den paseos.

Desde mediados de la década del 60 el predio fue abandonado por las administraciones municipales de la época, según la publicación de Avilés y Hoyos. El sitio se convirtió en un botadero de basura.

El 9 de octubre de 1970, el entonces presidente José María Velasco Ibarra inauguró allí los trabajos de construcción del Centro Cívico, lugar en el que se realizarían exposiciones, conciertos musicales, obras de teatro y un sinnúmero de actividades culturales. Para 1972, los trabajos tenían poco avance y estaban detenidos, pero los jardines y camineras que daban a la calle El Oro estaban totalmente habilitados.

Publicidad

En ese año, el alcalde Enrique Grau Ruiz impulsó la culminación de estas obras. Años después, en la administración municipal de Antonio Hanna se readecuaron las áreas verdes y la laguna, además se instalaron algunas plazas para el desarrollo de actividades culturales.

El teatro Centro Cívico, con su característico domo recién fue inaugurado en 1990, y en el año 2001 pasó a denominarse Plaza de Artes y Oficios. En el interior existe un teatro principal, dos miniteatros y salas de usos múltiples.

Publicidad

En el año 1980, el sitio fue transferido en comodato al Banco Central del Ecuador. Pero el 6 de julio de 2012, esta entidad suscribió una cesión de derechos al Ministerio de Cultura, actualmente encargada de su mantenimiento.

En los años 2003 y 2018, el parque pasó por un proceso de regeneración urbana a cargo del cabildo local, en la administración de Jaime Nebot.

En 1981 fue construida una piscina de medidas profesionales en la intersección de las calles Venezuela y Guaranda, la cual sirvió el año siguiente para el Mundial de Natación que se desarrolló en Guayaquil.

El monumento La Patria joven, obra del extinto pintor Oswaldo Guayasamín, reposa en el interior del parque Forestal. Fue construido en 1971. En una torre reposan los nombres de próceres de la independencia guayaquileña de 1820, como Olmedo, Ximena, Roca, Febres Cordero, Antepara, Villamil, Letamendi, Nájera, Escobedo, Vivero, Lavayen, Urdaneta, Garaicoa. Este espacio evoca la gesta emancipadora, que en octubre próximo celebrará su bicentenario.

Publicidad

En el parque, son tradicionales los paseos sobre la laguna en los botes. Los niños también disfrutan de dar vueltas en los tradicionales gusanitos, acompañados por sus padres. También a la altura de El Oro y avenida Quito está ubicada la fuente de Los Caballos, así como otras esculturas.

Por la pandemia de COVID-19 que azotó Guayaquil desde marzo pasado, el parque se encuentra cerrado y se han suspendido las actividades en la Plaza de Artes y Oficios. (I)