Con casi 1 kilómetro de extensión, la calle Víctor Manuel Rendón, denominada así en honor al diplomático, médico y escritor guayaquileño, es una de las arterias viales que conglomera comercio y edificaciones empresariales, bancarias y de departamentos en el centro de la ciudad. Se inicia en avenida Quito y culmina en Malecón.

El arquitecto Javier Castillo explicó que esta calle era conocida como del Tigre, en la época colonial, según un plano anónimo del año 1789. “Generalmente en antaño (sobre todo en la Colonia) las calles se nombraban de acuerdo a algún hito o referente; así, calle del Río (Malecón), del Teatro, etc. En este caso, se dice que en esa zona (muy despoblada y agreste en ese entonces) posiblemente habitaba algún tigrillo que asolaba en el sector. De ahí que la gente empezara a identificarla con ese nombre”, explicó Castillo.

Indicó que hasta antes del gran incendio de 1896, esta calle formaba parte del barrio del Bajo, como se conocía al sector ubicado entre la avenida 9 de Octubre y los cinco esteros ubicados hacia el norte: Lázaro, Morillo, Junco, Campos y Villamar. Según la publicación Las calles de la ciudad de Guayaquil, esta vía era conocida como de La Merced por un plano publicado en el año 1858.

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A finales del siglo XIX pasó a llamarse Bolívar. La zona del callejón Juan Pablo Arenas en su intersección con Bolívar (Víctor Manuel Rendón) fue el sitio donde vivió el célebre poeta Medardo Ángel Silva.

“En 1901, la calle fue testigo de la reconstrucción de la iglesia de La Merced desaparecida en el incendio de 1896 y del adecentamiento del que fuera un simple solar vacío frente a la iglesia durante los siglos XVIII y XIX para convertirlo en la plaza de La Merced, inaugurada el 11 de agosto de 1907 o parque Pedro Carbo, como se la pasó a denominar cuando el 9 de octubre de 1909 se colocó su estatua”, manifestó Castillo.

Por ordenanza municipal, el 7 de agosto de 1936, la calle Bolívar pasó a denominarse Víctor Manuel Rendón, vía que fue límite entre las parroquias urbanas Rocafuerte y Carbo hasta el año 1952. En su intersección con Pedro Moncayo hacia el este, la vía pasa a denominarse Primero de Mayo.

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Hasta mediados de la década del 70, esta calle fue residencial, pero con el crecimiento territorial de Guayaquil, fue tomando una imagen más comercial y laboral, donde se ubicaron empresas, desplazando a decenas de familias que buscaban otros sitios para vivir.

Uno de los inmuebles tradicionales de la calle Víctor Manuel Rendón es la Casa Cuna, inaugurada el 9 de octubre de 1921 por las fiestas de independencia, y que albergó a menores cuyos padres no podían cuidarlos durante el día por sus actividades laborales. Con el paso de los años, este programa dejó de funcionar y en el edificio se establecieron el colegio experimental Francisco Huerta Rendón y el nocturno San Francisco de Quito.

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Varias dependencias del inmueble fueron utilizadas por comerciantes donde asentaron sus negocios. Junto a la iglesia de La Merced actualmente funciona la Fiscalía Provincial del Guayas. La plaza de La Merced, hasta antes de la pandemia de COVID-19 que azotó la ciudad este 2020, era sitio de distracción para estudiantes del Instituto Tecnológico Bolivariano y también punto de concentración para realizar plantones por diversos casos que se presentan en la Fiscalía.

Uno de los espacios culturales emblemáticos es el Café Galería Barricaña, donde se desarrollan eventos interculturales y artísticos. El sitio, hace 30 años, era la cafetería Charles Chaplin, donde se presentaban obras teatrales.

Rendón fue un prolífico diplomático

Hijo de Manuel Eusebio Rendón y de Delfina Pérez de Antepara, Víctor Manuel Rendón nació el 5 de diciembre de 1859, en Guayaquil. Fue diplomático, médico y escritor.

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En 1872 viajó a Francia para estudiar en el instituto Sainte Marie y se graduó de Bachiller de Letras y Ciencias en La Sorbona de París, refirió la Enciclopedia del Ecuador del cronista Efrén Avilés Pino. Víctor Manuel Rendón también asistió a la Facultad de Medicina en la Universidad de París.

En 1889 regresó a Guayaquil y durante dos años ejerció su profesión de forma gratuita y al mismo tiempo se desempeñaba como consejero municipal. En 1891 regresó a París. Desde 1895 hasta 1901 se desempeñó como cónsul de Ecuador en esa ciudad. De 1903 a 1914 fue designado como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en Francia y España; de 1908 a 1920 fue miembro de la Corte Permanente Internacional de Justicia en La Haya. Publicó casi 40 obras en español y en francés, entre ellas, La Columna de los Próceres del 9 de Octubre, Cuentos del Delfín de las Peñas, Las tres victorias. Murió en Guayaquil el 9 de octubre de 1940. (I)