Los agentes de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) se protegerán de las agresiones de los conductores con trajes antimotines, equipo con protección en todo el cuerpo, escudo, guantes y casco. Unos cien uniformados los utilizarán, mientras que los casi 900 vigilantes usarán gas pimienta y bastones eléctricos para defenderse.