La brisa del río Guayas acompaña la labor de Héctor Huayamave, propietario del varadero Barcelona, en las calles Venezuela y la Ría, en el tradicional barrio del Astillero. Allí, sus trabajadores reparaban una gabarra montada en las parrillas a la orilla del río, el último lunes. 

Este varadero es uno de los tres que continúan laborando en esa zona del sur guayaquileño, además de Astilleros Navales Ecuatorianos (Astinave). 

Desde finales del siglo XVIII el  sector tomó la denominación de barrio del Astillero para dar a conocer la zona que comprendía el sur de la calle “de la espalda del Gobierno (Ballén)”, según el libro Guía Histórica de Guayaquil del historiador Julio Estrada Ycaza. 

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La zona era denominada Ciudad Nueva y  concentraba astilleros en cada calle, en el tramo que hoy comprende la avenida Olmedo y la calle El Oro, a la largo de Eloy Alfaro.

Huayamave rescata el sentido de pertenencia que tienen quienes aún viven en el sector, como él. “Puedo irme a vivir a La Aurora, en Daule, porque tenemos propiedades, pero nada me da la felicidad y tranquilidad de estar donde crecí, donde tengo tantos recuerdos, del lugar al que pertenezco”, refirió Huayamave, con más de 60 años viviendo en el sector.

Carlos Yturralde recordaba los partidos de fútbol con sus amigos en las calles Eloy Alfaro y Letamendi, donde vivió su infancia, hace 50 años. Narró cómo, en esa época, los estibadores cargaban banano que llegaban desde barcos.

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“Se trepaban al hombro los racimos e iban caminando rapidito hasta carrozas, luego ya las metían en cajas”, recordó.

Según la historiadora Jenny Estrada, el barrio del Astillero era la zona comercial más importante de Guayaquil a finales del siglo XIX e inicios del XX. Este barrio tiene su trascendencia en la etapa del bicentenario de libertad que recuerda Guayaquil entre 0ctubre del 2019 y ese mes del 2020.

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“Las primeras empresas que se asentaron eran las madereras, porque llegaba este material vía fluvial desde la provincia de Los Ríos”, citó Estrada.

Explicó que luego se instalaron industrias de calzado, de jabones, piladoras de arroz, fábricas de gas, bodegas. Por este motivo la calle Eloy Alfaro, a inicios del siglo XX, era denominada ‘calle Industrias’.

Las huellas de esos edificios industriales que forjaron la actividad económica aún se mantienen en la zona.   

El investigador Fernando Mancero, de la Fundación Bienvenido Guayaquil, explicó que inclusive el barrio del Astillero posee la edificación más antigua de la ciudad. Se trata de la Aduana de Fierro,  en las calles Vacas Galindo y Vivero, en el interior del complejo de la Armada Nacional y que antes funcionaba como comisariato.

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Según Mancero, este edificio sobrevivió al incendio que azotó a gran parte de la ciudad en 1896. “Su funcionamiento empezó cerca de 1894 para el almacenamiento de material inflamable”, explicó.

En esta zona nacieron los equipos de fútbol más tradicionales de Guayaquil: Barcelona y Emelec. El primero fue fundado por vecinos catalanes y ecuatorianos, en 1925, en las calles Eloy Alfaro y Huancavilca, en los exteriores de la otrora escuela Modelo. Cuatro años después, el club Emelec fue creado en General Gómez y Eloy Alfaro, donde actualmente está la subestación El Astillero.

Alberto Freire, de 71 años, mientras jugaba naipes con amigos en un portal de las calles García Goyena y 5 de Junio,  recordó que cerca de la iglesia Corazón de Jesús, frente al parque España, eran tradicionales, todas las tardes, la venta de tortillas de verde y carne en palito. Esto, hace cuarenta años.

Por la zona, desde el 2004, cruza la troncal uno de la Metrovía y desde el 2011 funciona el Hospital del Día Efrén Jurado del IESS. 

Además cuenta con el hospital León Becerra y dos supermercados. (I)

Patrimonio

En el barrio del Astillero existen varios inmuebles patrimoniales que datan de inicios del siglo pasado, Por ejemplo, en las calles Venezuela y Eloy Alfaro está ubicado el castillo Espronceda, en el que funcionaba una industria de bebidas. También la villa Dillon, en el interior del complejo naval. La arquitectura de las casas de la época aún sigue en algunas viviendas como chalets en las calles Cañar y Chile. La fábrica de La Universal es una de las industrias que se mantienen en el sitio desde inicios del siglo pasado. (I)