Dos hombres con botas de caucho se internan la madrugada del miércoles 10 de julio por un camino de tierra hacia una covacha para faenar reses, al pie del río Amarillo, en Jujan, Guayas. Al llegar a la cabaña empieza la jornada. En el piso de cemento yace el cuerpo de una vaca sin vísceras ni pezuñas.