No importa si el día está muy soleado, si hay más humedad o sombra. Ellos aprovechan los semáforos en rojo y el tráfico para vocear sus productos: “agua, agua”, “lleve sus jugos naturales”, “humitas, humitas”, “empanadas, sánduches”, “papel higiénico, pastas (dentales)”... se escucha en las calles más transitadas de Guayaquil. Otro grupo anuncia sus ofertas con letreros: “bolones, empanadas”, “se vende afilador de cuchillos”. Y otro minoritario solo alza y exhibe sus artículos.