Lionel Messi le devuelve la Copa del Mundo a Argentina y le da un beso que lleva soñando toda su vida. El consagrado astro gaucho acaricia el trofeo, lo sujeta y lo cuida como a un recién nacido. El trofeo de 36,8 cm de altura, valuado en 250.000 dólares, significa mucho más que eso. Es la tercera vez que Argentina levanta la Copa del Mundo y la primera vez en este siglo en hacerlo. El combinado albiceleste no lo había podido hacer, hasta hoy, desde 1986, cuando Diego Armando Maradona lideraba a la selección argentina.