Como un excelente formador, de perfil bajo como pastor de la iglesia, alguien a quien no le gusta hacer boato de su investidura, que viste sencillamente como un cura normal, que viaja en micro (bus), y que si tuviese que tomar una buseta en el centro de Guayaquil, la toma. Así describió al papa Francisco, el padre Ernesto Giobando, amigo cercano del elegido ayer como Obispo de Roma.

Giobando, para quien el anuncio de la elección de Jorge Mario Bergoglio como Papa fue una sorpresa contenida, señaló que la designación dará una perspectiva de cercanía con la gente, con los fieles, "que es lo que lo ha caracterizado siempre en su ministerio pastoral".

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Explicó que la noticia fue una sorpresa contenida porque era una de las posibilidades y porque se trata de un hecho histórico que un papa no sea europeo, y sea de Latinoamérica.

En entrevista telefónica con Citynoticias (89.3 FM en Guayaquil), el padre Giobando dijo que conoce a Bergoglio desde los 15 años, cuando siendo alumno del colegio Jesuita le pidió que lo deje entrar a la Compañía, porque sintió la vocación.

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Bergoglio, en aquella época, le contestó que había que esperar, hasta que lo admitió y fue formado por él en el seminario.

Ahora, como sacerdote, Giobando destacó que el papa es una persona muy inteligente, muy culto, muy cercano a la gente, con un oído puesto en Dios y el otro en la gente y en los más sencillos. "Es una persona muy franca, muy de decir las cosas como son, de no ponerle demasiados peros, sino decir las cosas abiertamente", agregó.

Carta de cuaresma
Bergoglio tenía pasaje de ida y vuelta de Argentina al Vaticano, dijo Giobando, quien relató una anécdota justo un día antes de su viaje para el cónclave.

Giobando lo llamó para agredecerle la carta de cuaresma, y él hasta ese momento arzobispo de Argentina le dijo que ya tenía la homilía para el Jueves Santo en la Catedral de Buenos Aires.

Giobando indicó que Bergoglio nunca ha dicho que había la posibilidad de ser candidato en el Vaticano, pues cuando lo llamó le dijo: 'por ahí te toca decir la homilía en la Basílica de San Pedro. Me dijo no, no en Buenos Aires. Le dije por ahí sí. Me dijo 'Dios sabe'; y esas fueron las últimas palabras".

Dictadura en Argentina

Giobando destacó esta mañana la publicación de Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, sobre Bergoglio, de 76 años, y las acusaciones lanzadas sobre el ahora papa Francisco, que lo vinculan con la época de la dictadura en Argentina.

Pérez Esquivel, quien ganó el premio de la paz en 1980 por documentar las atrocidades de la junta, señaló que Bergoglio "tal vez no tuvo el coraje de otros curas, pero nunca colaboró con la dictadura".

Giobando enfatizó que todo lo que se ha dicho ha sido también de una manera maliciosa, involucrarlo en algo que él (Bergoglio) no tiene ninguna responsabilidad. "Mas bien ayudó a algunos sacerdotes a ser liberados en ese momento, y a poder salir del país", dijo.

Señaló que lo indicado por Pérez Esquivel es una voz de mucha autoridad, de que el actual papa no ha tenido nada que ver en el tema.

Los retos
Para el padre Giobando, los cambios que se den en la iglesia no son de un día para otro. "Hay muchas personas, hay tiempos que tomar, y él tiene también que tomarle el pulso al Vaticano".

Señaló que el papa Francisco tiene un talento de lo que sería el gobierno espiritual de la Iglesia, "que no significa un gobierno político, ni de alianza, ni de interna; sino un gobierno espiritual", algo que, aseguró es una tradición también en la Compañía de Jesús.