Como un excelente formador, de perfil bajo como pastor de la iglesia, alguien a quien no le gusta hacer boato de su investidura, que viste sencillamente como un cura normal, que viaja en micro (bus), y que si tuviese que tomar una buseta en el centro de Guayaquil, la toma. Así describió al papa Francisco, el padre Ernesto Giobando, amigo cercano del elegido ayer como Obispo de Roma.