Ingresó un poco temeroso, pero la curiosidad por conocer qué es lo que había dentro le pudo más. Ángel Villón llegó ayer a la mezquita Jesús en el centro islámico Al-Hijra, en Urdesa, de casualidad.

Es taxista e hizo una carrera a uno de los integrantes de la mezquita que iba ayer para cumplir con su rito de congregación. “Le hice la carrera a este señor y me habló un poco de la mezquita y su religión, me dio curiosidad y me quedé”, comentó Villón, quien sentado en el sillón de espera se definió como católico, pero ávido de conocer culturas diferentes y experimentar cómo miran la religión en otros países.

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Se armó de cuanto folleto encontró en la sala de información, ‘¿Cómo rezaban los profetas Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad?’; ‘¿Qué es el islam?’; ‘Muhammad en la Biblia’; ‘El islam de un vistazo’; y ‘usted debe conocer a este gran personaje (Muhammad)’; fueron algunos de los títulos que escogió y emprendió su viaje a seguir trabajando con la promesa de volver por más.

Como Villón, otros han llegado y se han quedado en el islamismo, unos por curiosidad, otros por amor, como el caso de Freddy Freire, quien lleva once años en la religión.

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Después de rezar en el primer piso de la mezquita, mientras que las mujeres lo hacían en un piso alto, Freddy reveló que en el islam adoptó el nombre de Fatah. Fue católico, pero se cambió al islam por su esposa de nacionalidad somalí. “Descubrí que el islam me acerca más a Allah (Dios).

Abdulhamid, de 26 años, lleva 14 años en la religión islámica. Este joven, cuyo nombre es Joel Briceño, es quien preside los rezos de sus hermanos que llegan a la mezquita todos los viernes a rendir respeto a Allah.

Recuerda que descubrió el islam cuando tenía 12 años y tuvo que realizar una investigación sobre este tema en el colegio, le apasionó tanto y se sintió tan identificado que desde ese momento le entregó su vida.

Sobre la congregación de los viernes, Abdulhamid explicó que se trata de un rito obligatorio para todo hombre musulmán. “Así como los católicos tienen el día domingo y los judíos el sábado, nosotros los musulmanes nos identificamos con el día viernes”, mencionó Abdulhamid, quien aclaró que el rito no es obligatorio para las mujeres.

“Para la mujer es opcional, en vista de que a la mujer le viene la menstruación o está embarazada tiene ciertas limitaciones físicas que le pueden impedir cumplir”, dijo.

El rezo es en español, pero las súplicas específicas a Allah (Dios) son en árabe, agregó Abdulhamid, quien calcula que en Guayaquil hay alrededor de 180 musulmanes.

Para conocer más sobre el islam, hoy, a partir de las 11:00, se inaugura el primer congreso musulmán para integrar a las mujeres de esa religión radicadas en el país. Las participantes de las charlas llegaron ayer desde Manta, Machala, Cuenca, Ambato y otras ciudades.