“Eran las 04:00, nosotros estábamos durmiendo y de repente empezamos a escuchar que la casa traqueteaba. Me levanté rápido y saqué a los niños, ellos ni se querían despertar. En cinco minutos ya todas las casas se habían hundido. No tuvimos tiempo de sacar más nada”, comentó Mariela Martillo, quien a las 10:00 de ayer descansaba junto a sus tres hijos afuera de la vivienda de una vecina, en la orilla del estero Salado, en la cooperativa Esmeraldas Chiquito, en el sur de la ciudad.

Ella observaba algunos de los objetos que flotaban sobre el agua y que pocas horas atrás formaban parte de su casa. Entre ellos, las planchas de zinc y los palos de madera que levantaban su vivienda y los moldes para hacer monigotes que utilizaba en su negocio.

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Tras el hundimiento de su vivienda, Martillo le pidió prestada una canoa a sus vecinos para recuperar la ropa y documentos que se hundían poco a poco en el estero, pero la búsqueda fue en vano. “Todo se había perdido”. Sin embargo, durante el recorrido descubrió que su gato estaba atrapado entre los escombros. “No podía dejar que el gatito se muera, me subí al zinc y lo saqué”, comentó orgullosa de su hazaña.

Siempre después de estos signos, y nunca se borran las comillas.

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Pero la familia de Martillo y otras siete que perdieron sus viviendas la madrugada de ayer, así como de otras 23 que están en riesgo de caer, están preocupadas sobre su futuro.

Ese es el caso de Kerly Oviedo, de 18 años, quien vivía con sus tres hermanos y un primo en una casa de aproximadamente seis metros cuadrados. “Mi papá me la compró hace un año para que venga a vivir con mi marido y mis hermanos. Pero ahora ya no tenemos nada y las pocas cosas que teníamos adentro se fueron al agua”, explicó con angustia.

Otros casos: Riberas del estero
4 de marzo del 2008
Una familia se salvó de morir luego de que el piso de su casa de caña cayó al agua en Esmeraldas Chiquito.

14 de febrero del 2009
La fuerte lluvia hizo que ocho casas cayeran al estero Salado y otras seis estén por derrumbarse en las calles 27 y la M (suburbio oeste).

22 de marzo del 2009
Dos viviendas de caña caen al estero Salado en la cooperativa Santiaguito Roldós.

11 de agosto del 2010
Tres casas de caña se caen al estero Salado en la cooperativa Esmeraldas Libre, sector de Las Malvinas.

7 y 8 de septiembre del 2010
Nueve familias de la cooperativa Brisas del Salado, isla Trinitaria, perdieron sus viviendas después de que estas se desplomaron.