Aunque todavía no se han contratado los diseños, la ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, ya se imagina cómo será el nuevo ‘Central Park’ Samanes, como lo llamó el presidente de la República, Rafael Correa, tras anunciarlo en su cadena del pasado sábado 20 de febrero.
“Me lo imagino como una zona donde usted puede ir a recrear con su familia, disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, con área de picnic, juegos infantiles, pista para trotar...”, señaló la funcionaria.
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Los planos deberán incluir, explicó Aguiñaga, área de ciclovía, senderos ecológicos para observar el bosque seco tropical, un vivero, garitas de ingreso, oficinas de administración, una laguna de caimanes y hasta un zoológico en la ciudad, todo esto con servicios básicos.
El llamado ‘Central Park’ de Samanes se construirá, según los planes del Ministerio del Ambiente, en un área de más de 500 hectáreas (más grande que el emblemático Central Park de Nueva York, de 341 ha) en unos terrenos del Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa) rodeada por Bastión Popular y ciudadelas como Guayacanes, Los Vergeles y Samanes. Estas tierras le pertenecían al banco Filanbanco, pero tras su liquidación pasaron a manos del Issfa.
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“Se van a expropiar esos terrenos, se le va a pagar al Issfa, se lo va a declarar Área Nacional de Recreación y eso será un área de reserva verde para Guayaquil. Será más grande que el Central Park de Nueva York”, dijo Correa en su cadena en la que también fijó en $ 80 millones el costo de la tierra. “El Issfa podrá adquirir terreno en otro lugar para viviendas”, agregó.
Según la ministra Aguiñaga, el Ministerio del Ambiente inició ya el levantamiento de la información técnica que se requiere antes de declarar esa zona como un Área Protegida. Con esta categoría, los terrenos del Issfa se integrarían al Sistema Nacional de Áreas Protegidas que maneja el Estado, mecanismo que está reconocido por la Constitución, por lo que, dice la Ministra, no hay impedimentos para que el Estado pueda expropiar el área.
No obstante, los terrenos del Issfa, según funcionarios de la subdirección regional de esta entidad, no pueden ser expropiados porque tenían un objetivo social: la construcción de 5 mil viviendas para soldados.
El Issfa se acoge al artículo 372 de la Constitución, que señala: “Los fondos y reservas del seguro universal obligatorio serán propios y distintos de los del Fisco (...). Ninguna institución del Estado podrá intervenir o disponer de sus fondos y reservas, ni menoscabar su patrimonio”. Pero la Ministra responde: “Si el Issfa se siente perjudicado, puede hacer las acciones que a bien tuviere”.
El “megaproyecto” ecológico demandará una inversión de unos 100 millones de dólares durante los próximos cinco años, anunció Aguiñaga, quien indicó que una vez que se concluyan los estudios técnicos del área se procederá a su declaración de área protegida y luego se hará su plan de manejo. Después de esto se presentará el proyecto al Presidente para su aprobación y financiamiento.
El alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, cuestionó el proyecto, especialmente el plazo de cinco años para su ejecución. “Si le quedan 3 años de gobierno, (eso es) cuento”, criticó.
En un comunicado, el Municipio defiende su gestión en el ambiente urbano. “No solo que no se ha descuidado el aspecto de calidad ambiental y de capital natural, sino que ha sido reforzado con el transcurso de los años en la medida que la comunidad guayaquileña ha ido aumentando su demanda de calidad ambiental”, señala y le recuerda al Gobierno que el ambiente es competencia del cabildo desde abril del 2002.
Promesa
El nuevo parque ecológico Samanes también tendrá un malecón junto al río Daule en el que se construirán ciclovías para que los visitantes que deseen puedan practicar este deporte.
Administración
El Municipio no tendría participación en el proyecto, según el Ministerio del Ambiente. Sin embargo, no se descarta que cuando esté terminado el Gobierno pida que el cabildo lo administre.