El domingo 28 de enero de 1912, Quito se convirtió en escenario del crimen que una turba fanática consumó contra el general Eloy Alfaro Delgado, líder del liberalismo ecuatoriano, su hermano Medardo, su sobrino Flavio, el periodista Luciano Coral y los militares Manuel Serrano Renda y Ulpiano Páez.