Comenzó como un viaje para conocer y divulgar los logros del gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Pero tras dos meses de filmaciones, dos cineastas italianos quedaron desencantados con la Revolución Bolivariana.
La Minaccia (La amenaza) es la crónica de una desilusión que usa como principal contraste la enorme riqueza de uno de los principales productores de crudo del mundo y la pobreza en que vive la mayoría de sus habitantes.
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Los autores del trabajo, Silvia Luzi y Luca Bellino, narran los problemas que tuvieron al intentar salir de tierras venezolanas con las imágenes del video y luego para su exhibición en el exterior.
Luzi, quien trabaja en los periódicos Il Messagero y Corriere della Sera y Luca Bellino, documentalista y profesor de cine en la Universidad Roma Tre, viajaron a Venezuela para recopilar en su cámara de video lo que consideraban logros del proceso político acaudillado por Chávez. Estaban identificados con la causa bolivariana, que consideraban una revolución esperada. Pero la realidad que encontraron fue muy distinta a la que esperaban.
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La desilusión más grande fue generada por las expectativas, dijo Bellino. “Habíamos viajado desde Europa, donde la publicidad pasa por política, como los casos de (Silvio) Berlusconi, (Nicolas) Sarkozy y (Vladimir) Putin, y donde la izquierda es solo una palabra. Teníamos la ilusión de ver cambios, pero vimos un gobierno que no enfrenta los problemas del país”.
“Aunque el discurso de Chávez es nacionalista, toda su política económica se basa en las importaciones. El problema de la falta de agua es terrible.
Pero las fuentes de agua no han sido nacionalizadas porque no tiene el mismo poder de propaganda que el petróleo”, agregó. “Además, la violencia es muy grande. A veces nos parecía caminar en un país donde regía el estado de sitio”, prosiguió Bellino.
Al principio, el gobierno venezolano les abrió las puertas. Cuando sobrevolaban la cuenca del Orinoco en un helicóptero, Chávez explicó que la faja petrolífera del Orinoco es la reserva de petróleo más grande del mundo. “(Esa) es la razón de las presiones de Estados Unidos ... porque esto lo habían tomado ellos. Venezuela era una colonia, la hemos liberado. Y este petróleo es para los pueblos del mundo”, dijo Chávez.
Luego, durante una visita a una base aérea, Chávez exhibe el primer escuadrón de aviones rusos Sukhoi, los aviones de combate más modernos del mundo. No hay otros como ellos, y explica que cuando se haya terminado el petróleo en todo el mundo, a Venezuela todavía le quedará mucho. “Por eso debemos defendernos. ¿Cómo terminó Saddam Hussein? No tenía bombas ni misiles para defenderse; nosotros, en cambio, nos estamos armando”, señaló el mandatario.
Y el título del documental alude a dos clases de amenazas, según los documentalistas. Chávez se siente amenazado por EE.UU. y, al mismo tiempo, el ejército de EE.UU., en su informe Doctrine for Asymmetric War Against Venezuela, del 2005, señaló que Hugo Chávez y la revolución bolivariana son la más grande amenaza desde los tiempos de la Unión Soviética y del comunismo.
Otro de los contrastes que muestra el documental, es entre la riqueza petrolera del país y la pobreza en extensas regiones. Por ejemplo, la región de Las Cumaraguas, en el estado Falcón, donde, según explica un residente de la zona, existe la segunda reserva petrolera más grande de Venezuela, (pero) todo aquel que viene aquí, se lleva nuestros recursos y no deja nada para el pueblo.
El contraste entre la revolución que soñaban filmar y la revolución de carne y hueso es lo que trata de reflejar La amenaza. Inclusive la dicotomía la vivieron en persona. Una vez que se desprendieron de comitivas oficiales y empezaron a analizar la realidad por su cuenta, Luzi y Bellino comenzaron a tener problemas. Sus correos electrónicos aparecían leídos sin que ellos los abrieran, y sus llamadas telefónicas eran interceptadas, dijeron.
Y casi al final del viaje, se les informó que el material en video no podía salir del país sin autorización, porque ellos habían ingresado como turistas.
Lograron sacarlo con la ayuda de un sindicalista italiano, que se hallaba en Caracas y movilizó a la embajada italiana.
Pero ahí no terminaron los problemas. La Rai, la emisora estatal italiana, compró el documental para transmitirlo en un especial sobre Venezuela el 1 de diciembre del 2007, pero por razones que aún no han sido explicadas, se suspendió la transmisión.
El documental no fue transmitido en diciembre del 2007, y ocurre que a comienzos del 2008 se firmaron acuerdos entre Petróleos de Venezuela y el Ente Nazionale di Idrocarburi de Italia. De ahí que se piensa que esa es la razón de que no se divulgó el documental, por los intereses que había en juego.
Pero La Minaccia se estrenó finalmente a mediados del 2008 y ha sido transmitido en Francia, Inglaterra y Japón.
Premiado
El documental La Minaccia quedó finalista y obtuvo la mención especial International Reportage Award en la edición 2008 del premio David di Donatello, el Oscar italiano.
Testimonio
Silvia Luzi y Luca Bellino resumen así La Minaccia: “Este es nuestro viaje, dividido en dos momentos: la inicial fascinación por una revolución tan esperada como contradictoria, y luego la toma de conciencia de que probablemente no queda espacio para ideologías al servicio de la política”.
Duración
El documental tiene una duración de 70 minutos.