En el mes de julio, cuando se celebran las fiestas patronales de la ciudad, el trabajo aumenta porque da forma a cientos de gorros de Juan Pueblo y sombreros de copa, requeridos en las presentaciones artísticas organizadas por los planteles.
No obstante, trabaja sola. Para tener suficiente stock, en estos días extiende su labor hasta las 02:00. Calculó que ha elaborado cerca de 1.500 unidades hasta el martes pasado.
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Al término del mes espera sumar mil más.
Recorre los negocios a lo largo de la calle Seis de Marzo, dejando pedidos. Vende los gorros y sombreros de cartulina a $ 9 por docena. En el mercado cuesta $ 1,50 cada uno.
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En la sala de su casa, en Seis de Marzo y Sucre, hay decenas de pliegos de cartulina esmaltada, de los cuales obtiene moldes triangulares y redondos.
Adorna los gorros de forma cónica con una estrella de papel brillante. Luego escribe con goma la frase ‘Guayaquil vive por ti’ y esparce escarcha para darle un toque brillante.
La leyenda se escucha en las cuñas promocionales de la administración socialcristiana en el Municipio, desde la década del noventa.
En otras épocas del año, Armijos, quien comenta que sus creaciones son “clonadas”, pasa ocupada en otras celebraciones. En octubre elabora gorros de brujas y antifaces, requeridas por quienes celebran Halloween. En diciembre, alas de ángeles y otros artículos alusivos a motivos navideños.