El 31 de octubre de 1994, León Roldós Aguilera asumió el cargo. Carlos Cedeño lo reemplaza hoy.
Aunque un montón de papeles y carpetas cubre su escritorio y el timbre del teléfono no para de sonar, el rector saliente de la Universidad de Guayaquil, León Roldós, trabaja en su despacho con serenidad.
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Desde aquel 31 de octubre de 1994, cuando fue proclamado rector, hasta hoy –que constituye el final de su tercer periodo–, ha mantenido la confianza en su grupo de trabajo. “La labor en equipo ha sido la estrategia para conseguir tantas metas”, expresa.
Uno de los objetivos cumplidos durante su gestión y del que se siente satisfecho es el incremento de las recaudaciones anuales de la Universidad, que están por encima de los 30 millones de dólares.
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La inauguración del Hospital Universitario y la formación de 60 escuelas de posgrados son algunas de las obras ejecutadas durante el periodo de Roldós.
Sin embargo, cree que aún faltan obras en la institución. Por eso ha formulado un informe para que el nuevo rector, Carlos Cedeño, si desea, retome algunos planteamientos que no se ejecutaron, como el régimen de jubilación complementaria, el rescate de la calidad académica y técnica y el cobro de los siete millones de dólares que el Estado le adeuda a la Universidad.
Roldós se refirió también al pedido de hace un año del Sindicato de Obreros de la Universidad, que a todo el que renuncie se le reconozca 40 remuneraciones. Es decir, si un profesor gana 500 dólares mensuales y dimite debería recibir 20 mil dólares.
Insiste en que no ha admitido la propuesta porque considera que “los maestros deben quedarse en la institución para trabajar”.
Expulsiones
Cuando se refiere a la destitución de la decana de la Facultad de Comunicación Social, Alba Chávez, y a la expulsión del estudiante Jaime Toral Zalamea, de la misma unidad académica, lo hace con respeto y consideración. “Ellos terminan comprendiendo que la expulsión no es por razones personales, sino por infracciones”, explica.
El recurso de amparo que planteaba la suspensión de las elecciones el viernes pasado, según la demanda presentada por el ex decano de Medicina y ex candidato a rector, Galo Salazar, no lo acató porque –dice– la comunidad universitaria decidió que el proceso continuara.
Roldós espera jubilarse el 6 de agosto próximo. Pero se dedicará a ejercer la cátedra de prácticas jurídicas en el consultorio de la Facultad de Jurisprudencia.
También piensa escribir dos libros sobre “algo de Derecho y de la Universidad”.
En cuanto a su posible participación en las próximas elecciones presidenciales, Roldós prefirió no pronunciarse todavía.
Asegura que no intervendrá en la gerencia administrativa del Hospital Universitario o de los proyectos que tienen la Universidad con el Cabildo, como el desarrollo urbanístico de Mapasingue, porque no quiere “ser un poder detrás del trono”. A sus 62 años, Roldós le entrega hoy el cargo de rector a Carlos Cedeño, vicerrector general, en la Casona universitaria.
LAS CIFRAS
PRESUPUESTO
La Universidad tiene un saldo de 112 millones de dólares. En el año 2003, la institución obtuvo 37’598.620,09 dólares a través de autogestión.
HOSPITAL
El Hospital Universitario recaudó hasta el 30 de abril del año 2004, 2’317.983,28 dólares mediante el impuesto dos por mil sobre el capital de las empresas guayaquileñas.
HUELGAS
Durante el gobierno universitario de los nueve años y medio, según Roldós, se registró una huelga de trabajadores y tres actos de violencia, pero fuera de los predios universitarios.