Sin embargo, nada disminuye la estatura de héroe con que debe reconocerse al personaje cuencano, quien logró un lugar de honor en las páginas de la historia nacional por su recomendable actuación en los riscos del célebre volcán y en otras jornadas bélicas que determinaron la emancipación del territorio de la Presidencia de Quito (base del actual Ecuador).
La rememoración permite insistir en que el soldado murió el 7 de junio de 1822, pero nunca en esa jornada emancipadora ni el 25 de mayo o a finales de ese memorable mes.
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Fue pues, a los 14 días de que sucedió la batalla.
Los documentos que respaldan la veracidad de los hechos y aún piden rectificaciones en nuestros libros de historia y textos de enseñanza, se encontraron por el trabajo investigador de Víctor Hugo Arellano Paredes y Mariano Sánchez Bravo, miembros de la Academia Ecuatoriana de Historia Marítima, con sede en Guayaquil.
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El Héroe Niño, como se conoce al teniente Abdón Calderón, nacido el 31 de julio de 1804, falleció en casa del Dr. José Félix Valdivieso y su funeral se desarrolló con toda pompa al día siguiente, en la iglesia del Convento Máximo de San Nicolás de Quito.
Para respaldo de este hecho el parte de guerra que redactó el general Antonio José de Sucre dirigido al Libertador Bolívar (el 28 de mayo de 1822), resalta la actuación de Calderón, mas habla de su probable muerte.
Figura respetable
Pese a su juventud el capitán Abdón Calderón Garaicoa fue un veterano de guerra, porque antes de caer herido en Pichincha colaboró también por el triunfo de la revolución del Nueve de Octubre de 1820 y mostró su valentía en lugares como Camino Real, Huachi, Tanizahua, Cone y Riobamba, hasta cuando hizo flamear el lábaro celeste y blanco en Pichincha por ser el abanderado del batallón Yaguachi.
Testimonio
La partida de defunción del héroe Abdón Calderón resalta en uno de sus acápites: “Maestro Fray Pedro Albán Provincial.- Ante mi presentado Fray Manuel Perre, Secretario de la Provincia, en cumplimiento del superior mandato que precede, certifico que el señor Abdón Calderón murió en casa del señor José Félix Valdivieso en siete de junio de mil ochocientos veinte y dos, y al día siguiente fue conducido con los mayores actos fúnebres y acompañamiento del lugar a esta iglesia del Convento macsimo en donde se le hicieron las excequias y fue sepultado su cadáver. Para los efectos que convengan doy en este Convento Macsimo de San Nicolás de Quito, a diez de octubre de mil ochocientos treinta y dos.- Fray Ramón Carrillo, Presidente Comendador”.