El color gris resulta de la mezcla del negro y el blanco y su tono depende de la cantidad que se utilice de cada uno. A veces se acerca al negro como en el llamado “gris marengo” y otras veces puede ser un gris perlado, mucho más amable. Me parece que la situación de nuestro país en los últimos años se refleja en el color gris.

En los años de la pandemia, con tantos muertos y tantos lutos, nos acercábamos al color del duelo, pero parece que vamos cambiando hacia tonos más amables, especialmente en los últimos meses.

Guillermo Lasso enfrentó la pandemia con buenos ministros de Salud y debemos reconocerlo. Al mismo tiempo, en su mandato la corrupción implicó a los más altos estratos y el tono gris profundo era el adecuado para interpretar la situación. Picasso, en su célebre cuadro sobre el bombardeo de Guernika por los nazis, utilizó el negro de fondo con tonos grises y algo de blanco. La situación tal vez tuvo su punto de quiebre cuando la Asamblea intentó un juicio político para destituir al presidente. Pero Lasso se adelantó disolviéndola y haciéndose él mismo el harakiri. La situación era insostenible. Los dirigentes narcos parecían haberse tomado las instancias del poder, al mismo tiempo que se descubrían las prebendas que tenían en las cárceles, con piscinas para criar tilapias, equipos de la más moderna tecnología para comunicarse y dar órdenes de muerte a sus enemigos mediante un ejército de sicarios, jóvenes menores adultos entrenados al mortal estilo colombiano.

Paz, seguridad y derecho

Puede ser tan fácil…

Al Gobierno del presidente Daniel Noboa no le quedó más alternativa que declarar el estado de emergencia y sacar a las Fuerzas Armadas de sus cuarteles para ganar una especie de guerra civil contra la delincuencia organizada. Mano dura y firme, pero con los límites de los derechos humanos, teniendo en cuenta que los criminales se valen de estos para conseguir impunidad. No es fácil tarea, porque no faltará alguno que se aproveche para vengar oprobios o solo porque quien usa la fuerza legal debe tener más control de sus actos para no delinquir por exceso.

Esta lucha nos convoca a todos y es bueno decir que la Asamblea trata de hacer lo suyo, en grandes líneas, aunque una asambleísta, usando la facultad de los legisladores para decir lo que les place, ha hablado de romper la estructura del Estado. Esta ruptura significa destrucción. Es el principio que subyace tras la lucha de clases que proclama el marxismo para tomar el poder e iniciar la revolución socialista. Marx propone la revolución proletaria para tomar el poder, destruir la sociedad burguesa e iniciar la construcción del socialismo instaurando la dictadura del proletariado. Esta doctrina fracasó donde quiera que se quiso aplicar el siglo pasado. ¿Ese es el proyecto del movimiento indígena?

Entretanto, los “vacunadores” siguen extorsionando a quien pueden. Este delito es el que la gente más teme porque sus víctimas son pequeños comerciantes que se ven obligados a cerrar sus negocios o pagar. Es un grave problema social que debe ser combatido de inmediato para obtener la paz que tanto anhelamos: los amables tonos de los días grises en los que el sol no ofende y el calor no quema. (O)