Nilsen Arias compró una mansión y otros bienes lujosos en Portugal y Florida: ante autoridades judiciales de EE. UU. él aceptó haber recibido sobornos por contratos de Petroecuador

Quinta da Marinha es uno de los barrios más caros de todo Portugal. Es el lugar escogido por el futbolista Cristiano Ronaldo para construir su nueva mansión. Está ubicado dentro de un parque natural bordeado por el océano Atlántico y es conocido por tener entre sus residentes a celebridades y millonarios que buscan vacacionar de forma discreta.

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En ese exclusivo lugar, compró una mansión Nilsen Arias Sandoval, el gerente de Comercio Internacional de Petroecuador que ejerció sus funciones durante el correato. La escritura pública indica que la adquisición se realizó en junio de 2018 por 2,75 millones de euros ($ 3,18 millones).

Arias ha aceptado ante las autoridades judiciales de Estados Unidos que recibió millonarios sobornos para beneficiar a empresas privadas con contratos de Petroecuador. Él continúa colaborando con la justicia estadounidense. La acusación en su contra señala que obtuvo $ 17,7 millones en coimas. La Fiscalía ecuatoriana también lo está procesando por presunto cohecho.

Diario EL UNIVERSO y Expresso, de Portugal, investigaron las propiedades que el exfuncionario y su familia compraron en los últimos años. Revisaron los documentos que las autoridades judiciales estadounidenses y panameñas entregaron a la Fiscalía ecuatoriana dentro de las investigaciones del caso Petroecuador; también consultaron escrituras públicas y registros societarios e inmobiliarios.

Esta investigación encontró, además de la mansión, trece departamentos y un local comercial en Portugal y dos departamentos en Florida (Estados Unidos). En total, 17 bienes, que fueron adquiridos entre 2011 y 2021. El valor de estas compras alcanzó alrededor de $ 9,5 millones, pero en ese lapso la familia Arias vendió algunas propiedades y consiguió préstamos hipotecarios.

Los registros lusos muestran que nueve de esos departamentos aún siguen en manos de la esposa y de la empresa de un hijo de Nilsen Arias.

También se pudo constatar que la familia compró dos vehículos de lujo.

De todos estos bienes, solo la mansión y dos departamentos estuvieron registrados directamente a nombre de Arias y de su esposa. En el resto de propiedades, un entramado de empresas ocultó a los verdaderos dueños. En esas sociedades participaron la pareja, sus dos hijos y un hermano de Nilsen, Cristian Arias Sandoval, quien lo ha representado en algunos juicios administrativos en Ecuador.

Los documentos analizados sugieren que la compra de esos inmuebles facilitó a la familia Arias para aplicar al programa de visas doradas en Portugal. Estas se otorgan a extranjeros que hayan adquirido bienes por más de 500.000 euros. Si son elegidos, tienen preferencia para obtener la nacionalidad seis años después.

De hecho, un hijo y el hermano de Nilsen Arias ya aparecen como ciudadanos portugueses en varios documentos, mientras que él se encuentra tramitando la nacionalidad desde Estados Unidos, donde está siendo procesado.

La familia Arias contó con la ayuda del estudio jurídico Edge International Lawyers. Los documentos judiciales muestran que este grupo de abogados no solo tramitó la adquisición de algunos bienes en Portugal, sino que también movió dinero entre las empresas de la familia Arias.

Además, los archivos judiciales entregados por las autoridades panameñas muestran que el bufete recibió dinero de una empresa de Antonio Peré Ycaza, el intermediario petrolero que se declaró culpable en Estados Unidos, acusado de canalizar sobornos a favor de funcionarios ecuatorianos. Peré llamaba cariñosamente a Arias “mi gordo”.

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EL UNIVERSO y Expresso enviaron correos electrónicos a Nilsen y a Cristian Arias, así como a Edge consultándoles sobre todas estas operaciones, pero ninguno contestó.

Los departamentos en Florida

Nilsen Arias se hizo cargo del comercio internacional de Petroecuador en abril de 2010. Según las investigaciones judiciales, ese mismo año empezaron a fluir los pagos ilegales.

Pocos meses después, en octubre de 2010, se constituyó en Panamá la empresa Molena Corp. Aprovechando el secretismo de los paraísos fiscales, los verdaderos propietarios se escondieron para no aparecer en el Registro Público de ese país.

Esa compañía adquirió a finales de 2011 un departamento nuevo de 129 metros cuadrados, en el edificio Mint Condo, de Miami Dade (Florida), construido a la orilla de un canal para yates. Esta compra se realizó por $ 389.000, de acuerdo con el catastro inmobiliario de ese condado.

Seis meses después, la identidad del verdadero beneficiario de Molena Corp. apareció en un documento público, en las cortes de Miami Dade. Era Patricia Romero Espinosa, la esposa de Nilsen Arias. Su nombre quedó registrado en la escritura de una hipoteca sobre ese departamento.

Finalmente, Molena Corp vendió el bien en 2013 por $ 475.000, según consta en el historial del catastro.

En junio de 2012, Patricia Romero apareció en un documento del Departamento de Corporaciones de Florida. Constó como administradora en la constitución de la empresa Haliburton Investments 704 LLC, que años después cambió de nombre a Triada Group LLC.

Apenas creada, esta compañía adquirió un departamento por $ 1,5 millones en Broward (Florida), como quedó inscrito en el catastro de este condado. El inmueble está ubicado en el edificio Hollywood Beach Condo, al pie de la playa.

La familia Arias mantuvo este inmueble por siete años. Lo vendió en 2019 por $ 1,69 millones, según el registro de propiedades de Broward.

Dos departamentos en Lisboa a través de Edge International Lawyers

La familia Arias entró a Portugal de la mano de sus abogados. Las investigaciones judiciales evidencian que, en noviembre de 2014, Patricia Romero firmó una reserva para comprar dos departamentos en Lisboa a una empresa portuguesa.

El precio se fijó en 605.000 euros ($ 755.000), pagaderos en tres cuotas. Los mismos archivos muestran que los Arias hicieron estas transferencias a través de Edge.

No fueron las únicas transacciones de los Arias que realizó este bufete. En el expediente judicial existe un estado de cuenta consolidado con las transferencias que Edge hizo en nombre de Nilsen Arias. Además, la firma de abogados aparece en otros registros financieros que también son parte del proceso legal.

EL UNIVERSO encontró 42 operaciones relacionadas a Edge, tanto de ingresos como de egresos. Según esos documentos, este bufete recibió:

• $ 3,3 millones y € 729.000 de empresas y familiares de Nilsen Arias.
• $ 625.000 de Oil Intelligence Corp. (de Islas Vírgenes Británicas, IVB), de Antonio Peré. Esta empresa recibió comisiones de Gunvor, por el crudo que Petroecuador entregaba a Unipec y Petrotailandia.

Por otro lado, Edge realizó pagos a los siguientes beneficiarios:

• € 605.000 para cubrir la compra de los dos departamentos en Lisboa.
• $ 855.000 a Gloweffect S. A. (de Portugal), perteneciente a Patricia Romero. Esta compañía adquirió un Mercedes Benz GLC 250 nuevo por € 64.000.
• $ 438.000 a Million Signs S. A. (de Portugal), también de Romero. Esta empresa compró un Porsche Cayenne E-Hybrid de la casa por € 152.000.
• $ 62.000 y € 2.500 directamente a Romero.

Los dos departamentos adquiridos en Lisboa se encuentran en Paço do Lumiar, un barrio residencial de clase media y alta. Uno mide 109 metros cuadrados y el otro, 85. La dirección de estos inmuebles aparece en varios documentos personales de la familia que son parte del expediente judicial.

Estos bienes ya no les pertenecen. Romero los vendió en diciembre de 2021 y en enero de 2022, por un total de 752.000 euros.

Seis departamentos en un edificio

Patricia Romero formó una compleja estructura empresarial, a mediados de 2017. La punta de ese iceberg societario es una compañía domiciliada en Singapur, llamada Asiapt Consultancy Pte. Ltd. aunque, al parecer, ese no fue siempre su nombre. Entre los documentos judiciales hay uno que sugiere que antes se habría llamado Mapa Consultancy Pte. Ltd., pero no es un papel oficial, pues no lleva firma de responsabilidad.

El Registro Central de Beneficiarios Efectivos de Portugal, la gaceta oficial de Madeira (una zona franca portuguesa) e informes corporativos de la firma especializada D&B muestran que Romero fabricó una matrioska societaria a partir de Asiapt Consultancy, pues esta aparece como única accionista de la empresa portuguesa Million Signs S. A., que a su vez consta como única accionista de otra empresa portuguesa llamada Falcon Pyramid - Investimentos Imobiliários, LDA.

Esta última adquirió seis departamentos en un edificio de cinco plantas, en el centro histórico de Lisboa. La escritura pública se celebró en mayo de 2018, por un valor total de 1,04 millones de euros ($ 1,73 millones).

Falcon Pyramid vendió esos departamentos a la empresa de un hijo de Nilsen Arias, llamada Delicate Constellation LDA. El traspaso se realizó en julio de 2019 y, según consta en la escritura pública, el precio fue de 1,9 millones de euros, es decir, casi el doble de la primera compra. El catastro inmobiliario de Lisboa muestra que estos bienes aún siguen en manos de Delicate Constellation.

Cinco departamentos y una tienda

Ahí no termina la historia de Falcon Pyramid. Esta compañía compró y vendió inmuebles en otro pequeño edificio, también ubicado en el centro de Lisboa.

La primera operación fue muy curiosa. Los registros públicos muestran que Falcon Pyramid compró un local comercial en la planta baja por 240.000 euros ($ 273.000) el 23 de octubre de 2018 y que, ese mismo día, lo vendió por 245.000 euros a una ciudadana estadounidense. Las escrituras, tanto de la compra como de la venta, las firmó Patricia Romero a nombre de la compañía.

Casi un año después, en agosto de 2019, Falcon Pyramid adquirió un departamento por 450.000 euros ($ 499.000), que aún sigue estando a su nombre en los registros catastrales.

En julio de 2021, compró de un solo golpe cuatro adicionales por un total de 1,04 millones de euros ($ 1,22 millones). Dos meses después, en septiembre, vendió dos de estos bienes por 1,26 millones de euros. Un excelente negocio, pues obtuvo ganancias y se quedó con los otros dos departamentos.

La mansión

La enorme propiedad que Arias compró en Quinta da Marinha está en un conjunto residencial exclusivo, donde nadie puede ingresar sin permiso. Es una mansión de tres pisos levantada sobre 690 metros cuadrados del terreno, mientras que el jardín con piscina ocupa otros 1.260 metros cuadrados, según los registros catastrales.

Para costear los 2,75 millones de euros que costó este bien, Arias obtuvo un crédito hipotecario del Novo Banco de Portugal por 1,5 millones de euros.

La propiedad estuvo a nombre del exejecutivo de Petroecuador y de su esposa hasta marzo de 2022. Ese mes, la vendieron por 4,35 millones de euros a la esposa de David Hallyday, el famoso cantante francés. (I)