En un contacto virtual con la abogada Sonia Vera, que forma parte del equipo de la defensa internacional de Jorge Glas, el exvicepresidente de la República narró su versión de los hechos que se suscitaron la noche del 5 de abril en las instalaciones de la embajada de México en Quito, donde la Policía Nacional ecuatoriana ingresó a la fuerza para detenerlo.

Según escribió la jurista en su cuenta de X, Glas está en huelga de hambre dentro del centro penitenciario.

También comentó que Glas “expresó su agradecimiento hacia el gobierno mexicano”, y mencionó un mensaje que el exmandatario habría enunciado durante la conversación: “El asilo no me dio la libertad, pero me dio la dignidad de ser un perseguido político”.

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La mañana del lunes pasado, el exvicepresidente fue llevado al Hospital Naval tras sufrir un quebranto en su salud. Allí permaneció internado y fue dado de alta la mañana del martes y volvió a La Roca, escoltado por un fuerte operativo de seguridad, que incluyó varios patrulleros de la Policía y de la Agencia de Tránsito y Movilidad (AMT), así como vehículos tácticos del Ejército.

Existen dos versiones sobre lo que ocurrió con Glas. Por un lado, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) señaló que el exmandatario tuvo una descompensación por no ingerir alimentos, por su propia voluntad, durante todo el día domingo 7 de abril.

Por otro lado, según un parte policial, el exvicepresidente tuvo ingesta de medicamentos que le provocaron un coma autoinducido profundo. Esto último también fue señalado por uno de los abogados que forman parte de la defensa nacional de Glas, Andrés Villegas, quien en un comunicado señaló que se le informó que su cliente tomó varios medicamentos la noche del domingo.

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En el video difundido por su abogada, Glas narra pasajes del ingreso de la fuerza policial ecuatoriana a la sede diplomática de México en Quito.

Describió que cuatro oficiales agarraron sus manos por la espalda y de ahí le leyeron sus derechos.

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Luego, según su versión, lo hicieron sentar y volvieron a filmar la acción “para hacer un amague”. “Yo estaba todo apaleado, me ponen nuevamente a leerme los derechos, me sientan ahí y yo me desvanezco. Yo trataba de pararme, pero no podía por la paliza que me habían dado”, manifestó.

Enfatizó que existen dos videos del momento de su detención y que en uno de estos se puede revisar que él se encontraba “todo torturado”, “como en la época de la dictadura”, cuando lo bajan de un vehículo.

“También quiero que estén claros de que yo no voy a claudicar”, agregó.

México rompió relaciones con Ecuador tras el operativo dentro de su embajada en Quito para detener al exvicepresidente, que está acusado de corrupción, y a quien México otorgó asilo el mismo día.

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El ingreso a la sede diplomática ha sido condenado por una treintena de países, entre ellos Estados Unidos y naciones europeas, y organismos internacionales como Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.