Las Fuerzas Armadas (FF. AA.) son la institución más popular del país, por encima del Estado, la Iglesia católica y los medios, y esta popularidad ha perdurado en el tiempo. Su apoyo, por lo tanto, es esencial para los políticos, que han intentado en múltiples ocasiones ‘contagiarse’ de esta popularidad.

Es en parte por eso que cuatro de las once preguntas planteadas por el régimen de Daniel Noboa tenían que ver con las FF. AA., ya sea con su rol en complemento a la Policía Nacional en operativos de control interno, de la fuente de su armamento, o de sus funciones en el control de las cárceles, un sistema en crisis.

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Resultados de la Consulta Popular y Referéndum 2024

De acuerdo con los resultados del conteo rápido reportado por el Consejo Nacional Electoral la noche del pasado domingo 21 de abril, los resultados de las preguntas que mencionan a las FF. AA son los siguientes:

  • A, sobre el apoyo de militares en operativos policiales: 63,05 % sí, 26,95 % no.
  • F, sobre controles permanentes en vías que permiten ingreso a cárceles: 70,72 % sí, 29,28 % no.
  • I, sobre tipificar el delito de tenencia de porte de armas designadas para uso de policías y militares: 64,66 % sí, 35,34 % no.
  • J, sobre el uso de armas confiscadas por parte de policías y FF. AA.: 64,80 % sí, 35,20 % no.

Con esta reafirmación de la popularidad de las FF. AA en la consulta, sin embargo, también es posible que se desvirtúen las metas originales de la institución, que son precautelar la soberanía del territorio y apoyar la seguridad pública del Estado, según Daniel Pontón, docente de la Escuela de Seguridad y Defensa del Instituto de Altos Estudios Nacionales.

Las funciones de las FF. AA. podrían desvirtuarse

“En Ecuador tenemos un policiamiento militar por razones que se han salido de control, por narcoterrorismo como le dice el Gobierno, que ameritaban un apoyo, pero esa no es la normalidad. A mí sí me genera cierta preocupación que hagamos un uso de las FF. AA. que está por fuera de su ADN”, indica el experto.

Esa desvirtuación, continúa, genera problemas en la doctrina, planificación y descuido de otras atribuciones que le competen a las FF. AA.

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¿La Asamblea Nacional debe validar los resultados de la consulta popular de este 21 de abril?

Pontón añade que la presencia de FF. AA en el resguardo de las cárceles les significa un gran gasto de recursos humanos y logísticos, además de su apoyo en operativos en conjunto con la Policía Nacional.

La pregunta F de la consulta popular, por ejemplo, planteaba que los militares realicen controles permanentes en las “rutas, caminos, vías y corredores autorizados para el ingreso a los centros de rehabilitación social”.

El experto, sin embargo, señala que las FF. AA. “no pueden ser custodio de las cárceles, porque no están diseñadas para eso” y que “tarde o temprano esto les puede pasar factura a las FF. AA.” en el sentido de que podría inducir agotamiento y un posible descuido de estructuras críticas y afectaciones presupuestarias.

Raúl Hidalgo, capitán de navío en servicio pasivo de la Marina, concuerda con Pontón en su análisis de que estrechar demasiado a las FF. AA. podría resultar en que se descuiden otras labores, como el resguardo de las fronteras.

“No se puede dedicar todo el numérico a estas acciones. En este momento es por la situación en la que nos encontramos, pero está descuidado el asunto del armamento, de los buques, que significan una disuasión regional. Sería un error histórico que en algún momento nos podría pesar”, expone Hidalgo.

El voto en plancha no prevaleció en la consulta popular de Daniel Noboa, ¿por qué?

Sin embargo, Hidalgo cree que el rol de las FF. AA sigue siendo el mismo que el que desempeñaban antes de los resultados de la consulta popular y referéndum.

“Lo que pasa es que ya constitucionalmente queda ratificado que la actividad complementaria es parte de una de las tareas de FF. AA”, continúa.

Aclara que la seguridad interna le seguirá competiendo a la Policía Nacional, pero que las FF. AA actuarán en apoyo cuando se encuentren grupos armados, sin necesidad de declarar un estado de excepción.

Añade que el mensaje que los resultados de las votaciones les deja a los militares es uno que ratifica el apoyo popular que disfrutan.

John Garaycoa, exinfante de Marina y experto en seguridad, no obstante, señala que la formación de las FF. AA solía estar enfocada a la protección de las fronteras, pero que desde el fin de la guerra del Cenepa en 1995, “el rol por necesidad cambia, porque el enemigo ahora está dentro del país”.

Este cambio en las labores de los militares, añade, también debería reflejarse en el equipamiento que se adquiere y en un reestructuramiento de su presupuesto.

Los resultados de la consulta, ¿ahora qué?

Garaycoa, por poner un ejemplo, cree que se debería invertir más en lanchas patrulleras en vez de submarinos. También señala que las guardias de FF. AA ahora son cada cuatro días, cuando deberían ser diarias.

Yo ya no voy a comprar un tanque de guerra posiblemente, en vez de eso compro diez camionetas Ford-150. Ya no necesitamos tanquetas, necesitamos carros Cobra, y así”. expresa Garaycoa.

También recomienda que se den más capacitaciones a militares, en especial si sus funciones empiezan a cambiar.

A su vez, propone que el rol de agentes de tránsito, policías portuarios y municipales y guías penitenciarios, entre otros, también debería cambiar para que se sumen a las tareas de seguridad, y que solo existan dos instituciones: FF. AA y policías.

¿Cuántos miembros de Fuerzas Armadas y Policía estuvieron habilitados para votar en la consulta popular?

Esta última, en su visión, incluiría subdivisiones de tránsito, control carcelario y metropolitanos. Así, agrega, “se llegaría al estándar internacional de policías por habitante”.

“Toma por ejemplo la vía Guayaquil-Quevedo. Ahí encuentras tres controles de tránsito con patrulleros, motos de gran cilindraje y cuarteles de la Comisión de Tránsito del Ecuador, pero ellos solamente están para vigilar el tránsito, no colaboran con la seguridad”.

Para la consulta popular del domingo pasado 57.129 policías y 51.438 militares en servicio activo recibieron las credenciales que les permitirá ejercer su derecho al voto facultativo. Durante la jornada, en Quito, acudieron a votar juntos los comandantes del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, Jaime Vela y César Zapata, un hecho no tradicional. (I)