Aunque tienen un aspecto que atemoriza a muchos, las tarántulas se han convertido en mascotas populares en el extranjero, convirtiéndolas en objetivos de traficadores.

Una rápida búsqueda en internet de especímenes del género Pamphobeteus (encontrado en Ecuador, Bolivia, Brasil, Colombia y Perú), por ejemplo, arroja varios resultados de sitios que comercializan ejemplares tanto de tarántulas descritas por la ciencia, como Pamphobeteus ultramarinus, nativa de la Sierra ecuatoriana, tanto como las que no han sido descritas formalmente.

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Según una publicación científica sobre este género de tarántulas publicada por investigadores británicos y brasileños, algunas de las descripciones formales del género Pamphobeteus tienen inconsistencias. Esto podría ayudar a que estafadores en internet comercialicen especies bajo los nombres equivocados.

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Algunas especies de Pamphobeteus presentan llamativas tonalidades de rosado y morado, una de las razones por las cuales son populares entre coleccionistas extranjeros.

Una tarántula del género Pamphobeteus fotografiada en el Bosque Protector Cerro Blanco en 2014. Son populares entre coleccionistas en el exterior. Foto referencial. Foto: Xavier Ramos

Algunas de las especies traficadas, pero no descritas por la ciencia han sido bautizadas por entusiastas con nombres como Pamphobeteus sp. machala y Pamphobeteus sp. durán, refiriéndose a los lugares donde supuestamente es posible encontrarlas.

También han diseñado nombres más llamativos para posibles compradores: Pamphobeteus sp. machala, por ejemplo, aparece en muchos listados de venta con la denominación común de starburst púrpura, debido al patrón de colores que presentan algunos ejemplares.

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La investigación de los científicos británicos y brasileños se refiere brevemente a esta peculiar coloración, indicando que en algunas especies existen marcadas diferencias entre tonos de machos y hembras.

Estas especies con colores extravagantes son populares entre aficionados en foros de internet, que intercambian consejos sobre cómo alimentar, cuidar y hacer que sus tarántulas se apareen.

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Arachnoboards, uno de los foros más grandes y longevos, incluso tiene una sección de clasificados, donde los usuarios publicitan tarántulas. Las especies ecuatorianas, particularmente la denominada Pamphobeteus sp. machala, son populares entre los usuarios.

En un listado de un ejemplar de Pamphobeteus ultramarinus por ejemplo, se vende un espécimen macho en $ 500.

Otro portal, con un número de contacto de Bélgica, ofrece un supuesto ejemplar juvenil de sp. machala por $ 56.

La mayoría de estas tiendas digitales no especifican si las tarántulas que comercializan son criadas en cautiverio o capturadas de sus hábitats. Además, un estudio realizado por biólogos de la Universidad de Hong Kong determinó que 1.246 especies de arácnidos, incluyendo tarántulas, están siendo traficadas en internet.

Pamphobeteus skis. Foto: Cortesía: Pedro Peñaherrera

El comercio del 73 % de estas no estaba registrado por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES), que regula el tráfico transfronterizo de flora y fauna y del cual Ecuador es parte.

Pedro Peñaherrera, del grupo de investigadores de arañas migalomorfas del laboratorio de Zoología Terrestres de la Universidad San Francisco de Quito, ha identificado al menos 12 especies de tarántulas ecuatorianas que son traficadas al exterior. Una de ellas es Psalmopoeus satanas, apenas descrita por la ciencia en diciembre del año pasado por el mismo Peñaherrera en colaboración con Roberto León.

Estas son las doce especies que ha identificado en el mercado online

  • Neischnocolus yupaniqui
  • Neischnocolus cisnerosi
  • Pamphobeteus vespertinus
  • Pamphobeteus ultramarinus
  • Pamphobeteus urvinae, posiblemente Pamphobeteus skis
  • Psalmopoeus ecclesiasticus
  • Psalmopoeus satanas
  • Cyclosternum schmardae
  • Megaphobema velvetosoma
  • Reversopelma petersi
  • Thrixopelma longicolli
  • Cymbiapophisa velox

Según el investigador, la estructura de tráfico de estas arañas usualmente involucra a extranjeros que viajan al país a extraerlas directamente de sus entornos, o reclutan a ecuatorianos para que las capturen por ellos. Peñaherrera conoció de un caso de un extranjero en Santo Domingo de los Tsáchilas que ofrecía $ 10 por tarántula a cualquier local que las cazara.

Sin embargo, resalta que también existen grupos en redes sociales que trafican las tarántulas a nivel local.

Luego intentan contrabandearlas de varias formas: en 2019, por ejemplo, la autoridad aeroportuaria de Manila, Filipinas, interceptó un cargamento de galletas y de avena de Polonia que contenía 757 tarántulas vivas escondidas.

Un ejemplar no descrito del género Cyclosternum. Foto: Cortesía: Pedro Peñaherrera

En otro incidente en mayo de 2017, funcionarios del aeropuerto de Guadalajara en México encontraron 73 tarántulas en tubos dentro de cartuchos de juegos antiguos para el Nintendo Entertainment System.

Fran Huilca, agente de la Unidad de Protección de Medio Ambiente de la Policía Nacional, recuerda que el operativo en el que más tarántulas decomisaron fue cuando detuvieron a un individuo asiático en posesión de 1.500 ejemplares.

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Incluso la taxonomía (el estudio de nombrar y clasificar grupos de organismos) de las tarántulas se ha visto afectada por el tráfico, según Peñaherrera. El investigador señala que muchos “pseudocientíficos” usan ejemplares traficados para describir nuevas especies, e incluso existen traficadores que obtienen las especies, las describen formalmente y luego las venden.

Las poblaciones de tarántulas, añade, son vulnerables al tráfico porque por lo general demoran años en llegar a la madurez sexual, y los traficantes suelen buscar individuos juveniles, borrando a las nuevas generaciones nativas y por lo tanto afectando a los números de las especies. (I)