Trazos deliberados, pero también al azar, dibujan —en unos casos— cuerpos definidos —en otros— no tanto. Aparecen también sutiles líneas amarillas y rosas que otorgan subjetividad a las 23 tintas que conforman la exposición “Hay lobos en las calles”, en el Centro Cultural Benjamín Carrión, en Bellavista.

De manera general y concreta “Hay lobos en las calles” es una exposición transmedial que viaja del teatro hacia la pintura y de la pintura al teatro, dice el autor, Juan Sebastián Ruales Guerra, artista escénico de 26 años.

Juan Sebastián Ruales Guerra, artista escénico de 26 años, en el Centro Cultural Benjamín Carrión, en Bellavista, donde se exhibe su exposición "Hay lobos en las calles". EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

¿Por qué “Hay lobos en las calles”?

Viene de una anécdota personal con mi prima de nueve años. Tiene que ver con el contexto reciente de atentados, la toma de TC Televisión, las fake news, el estado de excepción, el estado de guerra, la gente se volvió loca.

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¿Qué tiene que ver su prima de nueve años con toda esta violencia y el nombre de la exposición?

En esas circunstancias fui a visitar a mis abuelos donde vive mi prima. La percibí con temor y le propuse: —Vamos a dar un paseo —No quiero respondió—, no quiero salir, tengo miedo porque hay lobos en las calles.

Cuando escuché eso, desde su lugar de niña, más vulnerable, más sensible que yo, se me derrumbó todo mi pensamiento político. Si un niño escucha en la calle sobre los lobos y los tiguerones tiene en su cabeza una imagen muy visual y concreta sobre un lobo con colmillos que come a la gente, reflexiona el artista.

Para entonces, las tintas ya estaban hechas, la colección se llamaba Aperturas, en alusión al lenguaje técnico del teatro, donde el actor abre la escena lanzándose sin pensar mucho. Además, porque es mi primera exposición, es mi apertura, lanzar muchos trazos, probar muchas cosas, jugar sin discriminar.

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Cuando le conté al curador, León Sierra Páez, sobre mi experiencia con mi prima, le propuse que una de mis tintas se llame “Hay lobos en las calles”, me dijo que así debería llamarse toda la exposición.

Juan Sebastián Ruales Guerra, artista escénico de 26 años, en el Centro Cultural Benjamín Carrión, en Bellavista, donde se exhibe su exposición "Hay lobos en las calles". EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

¿Cómo materializar la idea de la observación, el oído, la creación, las líneas, el pincel, el cuerpo?

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Viene ya materializado muy tangiblemente desde el cuerpo del actor, desde el cuerpo de los alumnos del Estudio de Actores. Ellos se enfrentan a un texto durante muchísimos ensayos y yo, desde el lugar de profesor recibo lo que me dan ya materializado. Entonces, lo que hago es, simplemente, recibir con la mirada y con el oído, lo que ellos me pueden decir sobre su proceso y lo que pueden decir con su cuerpo sobre el trabajo. En ese momento ya recibo una materialidad, pero desde ese lugar del gesto del actor hacia el trazo hay un abismo gigante, entonces, el trazo que aterriza en la tinta intenta estar cargado de acción, de vínculo, de ritual, de palabra, de texto, de contexto, de entorno, de la misma manera que lo hacen ellos, porque todas estas palabras son lenguaje técnico dramático actoral y este abismo intenta cruzar hacia el trazo con el mismo lenguaje. La huella que intento dejar en el papel procuro que esté cargada de todo ese lenguaje y eso es lo que la vuelve transmedial.

¿Cómo se funde el dibujo, la figura humana, la pintura, el teatro…?

Fundirlo a través de un trazo, trazo que es acción y acción que se vuelve trazo.

Si uno puede visualizar el cielo y poner el cuerpo para el cielo, uno puede crear el cielo. Esa es la magia del arte. Creo que eso es algo que he intentado con estas tintas, que tomen su vida propia y es ahí cuando digo: creo que esto vale la pena. En el momento que cobran vida, cuando me desplazo sobre el papel y sale algo que no me esperaba. Me sorprendo.

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En todas sus obras prevalece la figura humana, ¿Por qué?

Esta cargado de cuerpo, pero más que nada está cargado de vínculo. Es verdad, hay muchísimo cuerpo y viene directamente desde un lugar muy técnico. El trabajo y el ejercicio del cuerpo con el carbón —sobre el papel— tiene posibilidades infinitas.

Juan Daniel Terán (i) y Edmundo López, del Estudio de Actores, en un ensayo de su performance para la inauguración y clausura de la exposición "Hay lobos en las calles", de Juan Sebastián Ruales Guerra, artista escénico de 26 años, en el Centro Cultural Benjamín Carrión, en Bellavista. EL UNIVERSO. Foto: Alfredo Cárdenas.

La exposición fue intervenida por el diseñador, Tadeo Lugo y por el curador, León Sierra Páez. Juan Daniel Terán y Edmundo López, del Estudio de Actores, se presentaron con su performance en la inauguración, el 11 de abril y lo harán en la clausura, el 12 de junio.

Sin ellos y sin los alumnos del Estudio de Actores, las tintas no existirían, dice el artista.

¿Qué prefiere? ¿El carboncillo, la tinta o la pintura?

No sé si prefiero algo. Más bien creo que éste trabajo de tintas es —justamente— un desborde de creación y producción que me permite el material, que me permite la tinta, que es un medio que resbala mucho, rasga el papel un poquito, pero más que nada, resbala y me permite no pensar y por eso me gusta. Me gustaría en algún momento probar de todo y seguir jugando, concluye el artista. (I)