Todo lo que debes saber si eres madre primeriza

Un antiguo refrán dice que “en el momento en que nace un niño, también nace la madre. Ella nunca existió antes. La mujer existió, pero la madre, nunca. Una madre es algo absolutamente nuevo”.

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Lo que transmite este dicho es que la maternidad es una etapa transformativa en todas las mujeres, en especial cuando el pequeño por nacer ha sido deseado y, en lo posible, planificado. Por eso convertirse en madres es una de las experiencias más complejas del ser humano.

La maternidad es un viaje emocional

“Ser madre por primera vez trae consigo diversas emociones que pueden ir desde la alegría y el amor profundo por el nuevo bebé, hasta la ansiedad, depresión y el miedo”, ilustra Marcia Colmont Martínez, psicóloga clínica y magister en Terapia Familiar. Estas emociones tan contradictorias pueden llegar a ser abrumadoras, dice, a tal punto de llegar a cuestionarse su rol materno.

“A esto también se le pueden sumar los factores hormonales propios del postparto, haciendo que las emociones sean más intensas. Reconocer y validar estas emociones es fundamental para una maternidad saludable, tanto para la madre como para el bebé”.

En cualquiera de los casos, una emoción constante es el temor en las madres, especialmente en las primerizas. Temor por la salud de su pequeño dentro de ella, por el parto, por los errores que puedan cometer en el cuidado del bebé. Que no estarán a la altura y no van a poder protegerlo.

“Poder manejar de forma saludable el estrés y la ansiedad que generan estos miedos es de suma importancia para lo cual es beneficioso buscar una red de apoyo, ya sea la pareja, los familiares, amigos. También dentro de esta red de apoyo sería de gran ayuda buscar ayuda terapéutica; mantenerse informada acerca de la crianza sería de mucha utilidad para conseguir aclarar y calmar cualquier duda o inquietud que se tenga al respecto”, explica Colmont, también docente de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil.

¿A quién debe hacerle caso la madre primeriza, a los consejos de los demás o a la información de internet?

Una mujer que será madre por primera vez escuchará durante la gestación todo tipo de consejos y creencias, provenientes de su mamá, de sus tías, de su abuelita, de sus amigas, de la vecina... ¿a quién debe hacerle caso?

“En el complejo mundo de la crianza, discernir entre los distintos y contradictorios consejos puede resultar abrumador. Cada experiencia de embarazo y crianza es única y merece ser tratada como tal. Al buscar orientación es muy importante que las madres primerizas busquen fuentes confiables, como profesionales de la salud o comunidades de apoyo”, señala Colmont.

La especialista hace énfasis en la importancia de confiar en los propios instintos y habilidades de adaptación al tomar decisiones informadas y seguras. “Las madres primerizas deben ser selectivas sobre a quién escuchan, reconociendo que no todos los consejos son universales y que su intuición es una guía valiosa en este viaje de la maternidad”.

En el otro extremo están los consejos disponibles en las redes sociales, donde vale la pena recordar que los contenidos son creados a partir de las experiencias individuales y no necesariamente se aplican a todos. En la actual era digital, la cantidad de información disponible igualmente puede ser abrumadora, opina Colmonto. especialmente para las madres primerizas.

“El exceso de información puede desencadenar ansiedad y sembrar dudas respecto al rol que está ejerciendo la madre. Por esto, establecer límites saludables, discernir entre las fuentes confiables y evitar caer en la comparación constante es fundamental en esta etapa, así mismo es de suma importancia que en lugar enfocarse en la cantidad, centrarse en la calidad de la información para una experiencia de maternidad más tranquila y satisfactoria”.

En su experiencia como terapeuta familiar, la psicóloga alienta a las madres a adoptar un enfoque reflexivo y selectivo hacia la información que consumen, priorizando la tranquilidad y el bienestar emocional en esta nueva etapa.

“¿Cómo saber si seré una buena madre?”

Esta inevitable duda es completamente normal. Pero más que pensar en la idoneidad, las madres deben recordar que la perfección no es el objetivo; el amor y el compromiso sí lo son. “Como terapeuta familiar creo que es muy importante cultivar la confianza en uno mismo, celebrar los éxitos y aprender de los desafíos, lo cual ayudará a disipar esas dudas persistentes”, argumenta.

En la misma línea recomienda siempre buscar apoyo emocional y recordar que pedir ayuda no es una señal de debilidad, más bien fortalece la autoestima materna. “Es importante recordar que la maternidad es un proceso de aprendizaje y crecimiento, y que es natural tener dudas y preocupaciones en el camino”.

Hablando de inevitables, así serán los imprevistos cuando el bebé llegue a la vida familiar, desde problemas con la lactancia hasta las noches de insomnio. Cuando estos surjan, será crucial mantener la calma y centrarse en soluciones prácticas. Mantener una red de apoyo sólida, aprender a delegar responsabilidades cuando sea necesario y priorizar el autocuidado son herramientas vitales para enfrentar estos desafíos. Además, reconocer los signos de agotamiento y buscar ayuda profesional si es necesario es crucial para mantener la salud física y mental.

“Se puede concluir que la maternidad primeriza es un viaje único y transformador, el cual está lleno de altibajos emocionales, desafíos, de emociones intensas y situaciones inesperadas. Al reconocer y aceptar estas emociones como parte del proceso, buscar apoyo y confiar en su propio instinto, las madres primerizas pueden navegar este viaje con confianza y amor”, puntualiza Colmont.

Compromisos de salud en la maternidad

El cuidado médico durante la maternidad es esencial para garantizar la salud tanto de la madre como de su familia. Sea tu primera vez embarazada, o no, Humana recomienda seguir los siguientes servicios de salud para precautelar el bienestar durante esta etapa tan importante:

• Atención prenatal integral. Se trata de una serie de consultas regulares, exámenes de laboratorio y ultrasonidos para monitorear el desarrollo fetal y la salud materna desde el principio.
• Acceso a especialistas. Son las consultas directas con ginecólogos obstetras, pediatras y otros expertos aseguran una atención personalizada y especializada durante el proceso del embarazo.
• Educación y apoyo emocional. Capacitación sobre hábitos saludables, nutrición, ejercicios y apoyo emocional. Todo esto ayuda a las futuras madres a afrontar los cambios propios de la maternidad de manera positiva.
• Preparación para el parto. Clases informativas sobre técnicas de parto, lactancia materna y cuidados básicos para el bebé. Esto permite a las mujeres enfrentar el parto con confianza y preparación.
• Cobertura posparto. Atención médica continua y el apoyo emocional después del parto, con chequeos regulares para la madre y el bebé. Todo esto garantiza una transición suave hacia la maternidad y ofrece asistencia en caso de complicaciones posparto. (F)