Un grupo de artistas mexicanas anunció el pasado viernes 1 de marzo el proyecto ambiental Medusa, en el que crearán una red de cabello humano para limpiar el río Santiago, considerado el más contaminado de México, y que afecta en especial a pobladores de El Salto y Juanacatlán, en Jalisco, estado del oeste del país.

Angélica Barba, artista impulsora de Medusa, explicó en una conferencia de prensa que reunieron una tonelada de cabello donado para tender una red en uno de los puntos del río, de manera que esta materia orgánica absorba parte de los metales pesados y contaminantes en el agua.

Señaló que vivir a diario la contaminación del agua y los olores motivó a un grupo de personas a innovar para limpiar el cauce y evitar las enfermedades con estrategias que involucren también el arte.

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Las artistas del proyecto 'Medusa' Angélica Barba (i), Guadalupe Gómez (c) y Alitzel García (d) participan en una rueda de prensa este viernes, en la ciudad de Guadalajara, en Jalisco (México). Foto: EFE

“Ver esta devastación ambiental que ocurre y que no es nueva, sino que tiene unos 40 años, además de ser muy triste es una invitación a trabajar en proponer una estrategia que fue pensada como un proyecto ecoartístico desde una perspectiva feminista, haciendo un acercamiento más personal a la problemática”, explicó.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió en 2020 la resolución 07/2020 para otorgar medidas cautelares a favor de pobladores de las zonas aledañas al río Santiago, al advertir de la “gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos” por la polución del afluente y del lago de Chapala.

Los ambientalistas citaron estudios de instancias nacionales e internacionales que han documentado la presencia de metales pesados y otras sustancias emitidas por cientos de industrias asentadas en el cauce del río que han provocado incrementos en padecimientos como enfermedad renal y diversos tipos de cáncer en los pueblos cercanos.

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‘Medusa’ tendrá como base una red de estambre tejido por la artista Cassandra Vega sobre una llanta con decenas de tentáculos que sujetarán medias de nailon, cada una rellena con cerca de 30 kilos de cabello que flotarán en el agua, detalló Alitzel García Mayorga, impulsora del proyecto.

La red se colocará en el río el próximo 22 de marzo en el marco del Día Mundial del Agua y permanecerá ahí durante algunos meses para presentarse en una exposición que sensibilice al público de las consecuencias de que este cauce esté altamente contaminado.

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Eduardo Santana, director del Museo de Ciencias Ambientales, instancia que apoya esta iniciativa, indicó que se ha comprobado científicamente que el cabello puede limpiar metales pesados, aunque están conscientes de que esta medida no solucionará todo el problema.

‘Nuestro cabello puede salvar un río’

La presentación fue en el auditorio de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco, y fue acompañada de la proyección del documental Resurrección (2016), de Eugenio Polgovsky, que muestra la historia de la cascada El Salto de Juanacatlán.

Medusa, además de la red de cabello, contempla la transferencia de los elementos contaminantes del río a una pieza de tela de trapillo sin pigmentos, para apreciar el cambio de coloración durante la exposición del dispositivo flotante en el río Santiago. Esta será elaborada por el taller de arte textil Zhoto Macramé, a cargo de Cassandra Vega.

Desde la izquierda, el director del proyecto Museo de Ciencias Ambientales, Eduardo Santana; acompañado de las integrantes del proyecto Medusa Angélica Barba, Alitzel García y Guadalupe Gómez, participan en una rueda de prensa este viernes, en la ciudad de Guadalajara, en Jalisco (México). Foto: EFE

Angélica Barba lo explica así:

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  • Es un dispositivo flotante que estará sostenido de la parte lateral del cauce del río Santiago a su paso por Juanacatlán, Jalisco, México.
  • Una llanta de tráiler con una retícula de acero sujetará redes de cabello humano, fabricadas con medias veladas y nailon elástico para formar una medusa de gran formato.
  • La medusa filtrará gradualmente el agua del río para absorber algunos de los residuos jabonosos y aceites que forman bloques de espuma en la superficie y se volatizan al caer en la cascada El Salto de Juanacatlán, contaminando también el aire.

El cabello, que empezó a recolectarse mediante convocatoria desde 2022, es hidrofóbico (repele el agua) y es biosorbente (recoge los contaminantes). “Además, es un recurso renovable que tenemos en abundancia”, argumenta Barba.

Ella añade que la idea principal es utilizar recortes de cabello que de otro modo habrían ido a parar a la basura y convertirlos en extremidades o tentáculos de pelo para absorber diversos contaminantes y limpiar gradualmente este cuerpo de agua.

“Se necesitan 500 gramos de cabello para crear una estera de dos pies cuadrados y una pulgada de grosor, que puede recoger hasta 5,6 litros de contaminantes como aceites, jabones o hidrocarburos”, detalló.

La artista ya entonces estaba consciente de que hay ciertas limitaciones. “Medusa es una propuesta artística-ecológica, no es un proyecto científico, y desde luego no resolverá la inmensa problemática del río Santiago en Jalisco, México, debido a su complejidad. Su único fin es aportar con ideas desde lo local, de lo individual a lo colectivo, para encontrar las soluciones que se necesitan con urgencia en estos pueblos y ayudar a sus habitantes, que tienen problemas de salud a causa de la contaminación industrial y el mal llamado progreso. (F)