El edificio del centro de Guayaquil que hoy ocupa la Biblioteca de las Artes albergó el Banco de Descuento de 1954 a 1985 y la Superintendencia de Compañías de 1985 hasta el 2017, año en que se iniciaron las adecuaciones del espacio para la biblioteca. El inmueble, ubicado en la esquina de Aguirre y Pichincha, fue diseñado por el arquitecto checoslovaco Karl Kohn (Praga 1894 – Quito 1979) y ejecutado entre 1952 y 1956 por Christiani & Nielsen. El mural de la fachada fue diseñado por el ecuatoriano Alfredo Palacio Moreno, está constituido por figuras en láminas de bronce que representan las actividades comerciales del Puerto Principal del país.

La modernidad del diseño del edificio patrimonial, cuadrado por fuera y redondo por dentro, permitió a la arquitecta quiteña Delia Kingman una transición fluida hacia la contemporaneidad. La edificación preserva la primera escalera eléctrica del país y los detalles arquitectónicos de las antiguas instituciones que la habitaron. Asimismo, restituyó el pozo de luz de los planos originales del inmueble.

La Biblioteca de las Artes es un nuevo espacio cultural que se suma al movimiento de rescate de edificios patrimoniales promovido por la Universidad de las Artes con el apoyo del Ministerio de Cultura; al mismo se suman el edificio de El Telégrafo y en un futuro próximo el de la Bolsa de Valores de Guayaquil, donde se inaugurará el Centro de Innovación Cultural de la Universidad de las Artes.

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Mientras que la apertura de la Biblioteca de las Artes en Guayaquil ilumina el camino hacia el derecho a la educación, la Biblioteca Municipal todavía se esconde tras sus rejas y vidrios oscuros; esta es la oportunidad que tienen de reestructurar la forma en que es manejada, de replantear su compromiso con educar a la sociedad y de rediseñar la experiencia del público.

La Biblioteca de las Artes ha sido concebida como un espacio cultural íntegro en su función: es de libre acceso, provee el espacio lúdico para niños denominado “ría” y servicios para el público adolescente, se presenta como el mayor centro de información y de asamblea para los estudiantes de la Universidad de las Artes e introduce su propósito de servir a la sociedad general de Guayaquil como la primera biblioteca con modalidad de estantería abierta.

La exitosa afluencia del espacio recae en gran parte en los docentes que atraen a los estudiantes a través de la planificación de diversas actividades como conciertos y charlas. El Fondo Histórico de diario El Telégrafo, el Fondo de la Presidencia de la República, el Fondo Susana Romoleroux y los recursos digitales convierten a la Biblioteca de las Artes en la principal fuente de investigación no solo para estudiantes y profesores de la Universidad de las Artes, sino de otras instituciones de la ciudad.

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Retornaré a este proyecto cuando la galería de arte contemporáneo 4ta PARED se inaugure en la terraza del edificio. Tendrá piso de vidrio y será espacio para expresiones artísticas emergentes de estudiantes universitarios. La fase de la terraza contará también con un café y un restaurante, lo que facilitará las estancias largas en el espacio. (O)