El pasado sábado 16 de marzo Sarah Alarcón, cumplió 19 años de edad. Saber que está creciendo le causó un choque de emociones. De ojos verdes y mirada profunda, cabellera rubia y estilizada como una modelo, Sarah se muestra amigable y honesta.

Ella llegó a la vida de su madre, Gabriela Pazmiño Yépez, cuando esta tenía 21 años y se convirtió en la primogénita. Su padre es el exfutbolista argentino Diego Alarcón. “Ella sacrificó mucho, y por eso siempre estaré infinitamente agradecida. Definitivamente es mi compañera de vida”, confiesa la joven en una entrevista con este Diario.

Días después de su cumpleaños, reflexiona y mira hacia atrás. “La vida te prepara para muchísimas cosas para cada año que cumples, pero estoy segura de que para este se van a venir enseñanzas muy buenas y por eso estoy feliz, pero también un poco triste ver que el tiempo pasa tan rápido”, manifiesta.

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Este 2024 sería su segundo año como creadora de contenido en redes sociales, donde acumula más de 155.000 seguidores. Desde que se inició en ese medio, ha colaborado y trabajado con varias marcas a nivel nacional en videos o sesiones de foto. Ya lleva 3 meses como talento en una agencia de influencers locales, a la que entró porque se contactaron con ella y le pareció buena la propuesta.

Sarah divide su tiempo entre las redes sociales y sus estudios, pero cuando tiene un especio libre hace la actividad que más le gusta: viajar. Hasta el momento ha visitado increíbles destinos como México, Inglaterra, Estados Unidos, Dubái, Francia, Egipto, República Dominicana, Grecia, Turquía... la lista sigue.

Ella admite que viajar es algo que llena a su familia y que disfrutan mucho, es por eso que su cuenta personal de Instagram, está repleta de instantáneas de ensueño por estos lugares. Para este 2024, la joven planea conocer Italia, país donde su madre vivió durante su niñez.

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Actualmente se encuentra cursando la carrera de Marketing y transmedia en una universidad de la ciudad. Pero antes de decidirse por esa, ella no sabía qué estudiar, porque le gustaban otras ramas: estaba entre nutrición o fotografía.

“Mi mamá me guio y encaminó finalmente en esa carrera, apenas voy estudiando un año, pero me encanta y me ayuda muchísimo porque trabajo en redes sociales”, dijo.

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¿Cómo fue crecer con una madre en el ojo público?

El hecho de que ella trabajaba en la televisión, sí le quitaba tiempo, pero yo me acuerdo que siempre fui responsable con mis asignaciones para no darle mayor problema. Yo la admiraba y la admiro muchísimo, siempre fue mi inspiración seguir como ella.

Más allá de ser una buena madre, era excelente persona y muchos también la admiran por eso. Ella transmite ese ejemplo y yo como soy su hija era increíble verla y saber que trabajaba por y para nosotros sin dejarnos a un lado. La verdad me sentía superprivilegiada y lo soy, porque estoy agradecida por todas las cosas que me ha enseñado en el camino.

¿Qué se siente ser la hermana mayor?

A mis hermanos (Martina y Diego) yo los adoro con todo mi ser, son mi vida entera porque nos llevamos superbién. Desde chiquitos siempre los cuidé, o sea yo fui como su segunda mamá (risas). Siempre estoy pendiente de ellos, así como mi mamá, pero como ella también tiene que trabajar, yo soy como su apoyo.

¿Cómo es la relación con tu papá?

Con mi papá mantengo un contacto ligero, pero igual él está pendiente de mí en algunas cosas. También a la familia de parte de él los aprecio y quiero muchísimo, aunque sea a la distancia sé que ellos siempre están presentes y les agradezco por eso, porque no es fácil.

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Estar frente a las cámaras...

Desde chiquita me gustaron las cámaras, yo creo que fue porque crecí en ese ambiente con mi mamá, ella me llevaba al canal cuando no tenía con quién dejarme en casa. Siempre he querido ser actriz, estar en producciones y series, y hasta ahora quisiera hacerlo.

Me dicen que soy muy extrovertida en ambientes donde me siento segura, en espacios desconocidos sí soy un poco más introvertida. Pero nunca me cierro a hablar con nadie, me gusta escuchar. Esto es un camino largo donde se aprenden muchas cosas buenas, pero también malas.

¿Lo tuyo es la TV o las redes sociales?

La verdad es que hace poco tuve la invitación a un programa de televisión y me gustaron bastante las dinámicas del matinal, pero tal vez sí tengo que formarme más para trabajar en ese ámbito y creo que con más preparación de seguro me gustaría aún muchísimo más que ahora.

Por ahora me siento bien con lo que estoy haciendo, modelando y haciendo campañas en redes con marcas.

Cuando apareciste como invitada en Noticias de la mañana de RTS hubo comentarios en redes llamándote “palanqueada”, ¿qué piensas al respecto?

Yo recién estoy empezando en este mundo de influencer y fue por mis redes sociales de hecho que me contactaron para participar en el programa. Les gustó mi perfil, porque estaban buscando rostros jóvenes y frescos, por eso que otras chicas han sido invitadas al igual que yo. Eso vieron en mí y por eso siento que fui invitada.

El ambiente en el set fue sano y bonito. Además siento que yo he creado mi propia imagen como persona, no me involucro en ningún lío. Hay personas que a mi corta edad ya están involucradas en polémicas. No comparto eso.

Sé que voy a recibir comentarios buenos y malos, que suman o restan y que hay cosas que sí me deberían importar y otras que no. Sé que me lo dicen para que yo mejore y estoy en eso, pero no quiero ser comparada con nadie.

¿Cómo logras un balance entre tus estudios y tu vida pública?

Esto de ser influencer lo empecé hace poco, cuando tenía 18 años. Siento que soy aún nueva en este mundo, pero gracias a Dios he tenido bastantes contratos con marcas. Me gusta bastante ser influencer y pues sí, es un poco complicado a veces, porque aunque las personas piensen que es fácil, sí conlleva tiempo y esfuerzo en temas de pensar en cómo voy a hacer un video y editarlo demanda bastante tiempo.

También divido mi tiempo ayudándole a mi mamá con temas de mis hermanos, voy para acá y para allá... pero en los estudios yo estoy comprometida con el aprendizaje completamente, incluso me metí a un curso de italiano.

Entonces todos los días estoy en alguna actividad y constante movimiento, no hay ningún momento que pase sin hacer nada (risas). Siempre trato de equilibrar todo y sigo un orden: primero lo más importante y luego la diversión. (E)