Cuando el Reino Unido convocó el referéndum del Brexit la mayoría de la comunidad Internacional lo juzgaba un desatino imposible de materializarse. Un país como Inglaterra no iba a tirar por la borda casi medio siglo de cooperación comunitaria e integración. Sin embargo, contra la intención de quien absurdamente lo convocó, el sí triunfó. Los ciudadanos de Reino Unido nunca creyeron en el proyecto europeo, pero observaron que se vivía mucho mejor dentro que fuera y las ilimitadas oportunidades de negocio que ofrecía. Por algo el presidente francés Charles De Gaulle vetó su ingreso en dos ocasiones, una de ellas fue en 1963.

Organismos internacionales critican plan de Reino Unido para expulsar migrantes irregulares a Ruanda

Ahora Reino Unido amenaza con retirarse también de la Corte europea de los Derechos Humanos si le impide deportar a los migrantes ilegales de Ruanda. Incluso su propio tribunal supremo rechazó esta iniciativa, pero el primer ministro ha logrado burlar las sentencias inglesas y europeas aprobando una ley con la que quiere terminar, según sus propias palabras, con el sufrimiento y la terrible suerte de los migrantes sin papeles que cruzan el Canal de la Mancha y eliminar las mafias que los explotan.

La mejor solución para combatir la migración indocumentada es invertir en las zonas de expulsión de migrantes. (O)

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Luis Peraza Parga, San Diego, California, EE. UU.