Nos hemos preguntado a conciencia: ¿qué legado pretendemos dejar a nuestros hijos y más descendientes? Analicemos algunos factores.

Es por conocido que en la casa y escuela es donde se aprenden los principios y normas del buen vivir. No obstante, hay que puntualizar que, cuando las reglas impartidas han carecido de la debida orientación y los cimientos son débiles por malos ejemplos de personas con falta de valores morales, se tiende a deteriorar el comportamiento humano.

Suicidio en los jóvenes, fenómeno multicausal en el Ecuador

Al principio para el niño su héroe es su progenitor, siendo el modelo con el cual se representa, no distingue entre el bien o mal hasta cuando crece y palpa la realidad.

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En un hogar con padres con salud mental equilibrada, se practican los valores, tales como el saludo, el respeto, la honestidad, solidaridad, amabilidad y generosidad.

Estas personas, por su vulnerabilidad, corren el riesgo de ser presa fácil de los manipuladores...

En la escuela los maestros se esmeran en capacitarnos en el conocimiento, en la educación y cultura. Se cultiva en los niños el amor y respeto a la patria, a ser leales y a defender nuestra nación

El entorno es otro factor de análisis en la conducta y personalidad del individuo, incluyendo la formación en la infancia, la familia y elementos emocionales, culturales, sociales, económicos, etc.

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Mantener a los niños activos aun sin luz y sin internet: ayuda para los padres y ‘profes’ estresados

El ser humano, como sabemos, se diferencia de las demás especies por su inteligencia, conciencia y memoria, pero su capacidad intelectual puede girar hacia el bien o al mal, dependiendo del trato recibido en su vida, hogar y entorno.

Las personas que no supieron superar las adversidades de la vida y no buscaron la ayuda pertinente posiblemente dejaron anidar en su mente y corazón resentimientos que al final tienen como resultado odio. Estas personas por su vulnerabilidad corren el riesgo de ser presa fácil de los manipuladores, narcotraficantes y corruptos. (O)

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José Franco Castillo Celi, psicólogo y médico naturalista, Guayaquil