A propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó este 3 de mayo la clasificación mundial de libertad de prensa, que revela las condiciones que existen en 180 países. La evaluación de 2024 ubica a Ecuador en el puesto 110, dentro de la categoría de “situación difícil” para el libre ejercicio del periodismo.

En 2023 Ecuador ocupó la posición 80, considerando que existían “problemas significativos”. Esto implica que en un año empeoraron las condiciones para ejercer el periodismo, por lo que el país retrocedió 30 puestos en el ranking global.

De acuerdo con el reciente informe de la RSF, “la crisis política y el auge del crimen organizado han alterado el funcionamiento de la democracia” en Ecuador.

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El atentado más grave contra la prensa ecuatoriana, en lo que va de 2024, ocurrió en enero cuando un grupo de sujetos armados que ingresaron por la fuerza a las instalaciones del canal TC Televisión, en Guayaquil, y tomaron como rehenes a varios trabajadores. El hecho sucedió mientras regía un estado de excepción a escala nacional, a causa del incremento de la violencia. Tras el asalto al canal, el presidente Daniel Noboa declaró al país en conflicto armado interno.

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La clasificación de Reporteros Sin Fronteras se compone de cinco indicadores: políticos, sociales, económicos, marco jurídico y seguridad. Los países se dividen en cinco grupos de acuerdo con su puntaje, del 1 a 180, de mejor a peor: buena situación, situación más bien buena, problemas significativos, situación difícil, situación muy grave.

La medición se elabora con base en el número de casos de violencia contra periodistas registrados por RSF, así como consultas a expertos en la materia en los 180 países evaluados.

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Según esto, los países que están en las cinco mejores posiciones, donde existe una “buena situación”, se encuentran en Europa: Noruega (1), Dinamarca (2), Suecia (3), Países Bajos (4) y Finlandia (5).

En el lado opuesto, los cinco peor calificados, donde la situación es “muy grave”, están en Asia y África: Irán (176), Corea del Norte (177), Afganistán (178), Siria (179) y Eritrea (180).

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Potencias mundiales y otros países de América Latina tienen posiciones variadas:

  • Estados Unidos: puesto 55, problemas significativos
  • China: puesto 172, situación muy grave
  • Rusia: puesto 162, situación muy grave
  • Cuba: puesto 168, situación muy grave
  • Palestina: 157, situación muy grave
  • Venezuela: puesto 156, situación muy grave
  • El Salvador: puesto 133, situación difícil
  • Perú: puesto 125, situación difícil
  • México: puesto 121, situación difícil
  • Colombia: puesto 119, situación difícil
  • Israel: puesto 101, situación difícil
  • Brasil: puesto 82, problemas significativos
  • Argentina: puesto 66, problemas significativos
  • España: puesto 30, situación más bien buena
  • Canadá: puesto 14, situación más bien buena

Reporteros Sin Frontera concluyó que a escala mundial “la libertad de prensa está amenazada por los mismos que deberían ser sus garantes: las autoridades políticas”. Se evidencia porque el indicador político es el que más descendió en 2024, con una caída de 7,6 puntos.

“Los Estados fracasan en la protección del periodismo”, apunta la organización, dado que existe un “deterioro preocupante del apoyo y el respeto a la autonomía de los medios, así como un aumento de las presiones que ejercen los Estados u otros actores políticos sobre ellos”, anotó la organización en un comunicado.

Anne Bocandé, directora editorial de RSF, observó que el declive del indicador político está asociado con el hecho de que más de la mitad de la población mundial irá a las urnas en 2024.

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Los Estados y las fuerzas políticas, independientemente de su orientación, desempeñan un papel cada vez menor en la protección de la libertad de prensa. Este desentendimiento se acompaña, en ocasiones, de un cuestionamiento del papel de los periodistas, o incluso de la instrumentalización de los medios en campañas de acoso o desinformación. Un periodismo digno de ese nombre es, por el contrario, un requisito previo para un sistema democrático y para el ejercicio de las libertades políticas”, reflexionó Bocandé, según el comunicado oficial.

En ese contexto, RFS apuntó que hay una ausencia voluntad política de la comunidad internacional para aplicar principios de protección, especialmente la resolución 2222 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Asimismo, resaltó que la guerra en Gaza ha dado paso a múltiples ataques contra periodistas y medios de comunicación; más de 100 reporteros palestinos han sido asesinados por el ejército israelí.

La realidad para el periodismo depende de la región donde se desempeñe. En el caso de América, según el informe, las limitaciones de los reporteros están más relacionadas con las amenazas del crimen organizado, la corrupción o el medioambiente.

Imágenes del momento de terror que vivieron los trabajadores de TC Televisión, el 9 de enero de 2024, cuando un grupo de sujetos armados se tomaron las instalaciones del canal y transmitieron en vivo el atentado. Foto: captura de pantalla.

Se suman las presiones políticas impuestas por líderes con estilos autoritarios que buscan debilitar y afectar la credibilidad de los medios de comunicación. El informe cita los casos de los presidentes Javier Milei (Argentina) y Nayib Bukele (El Salvador), quienes tienen posiciones hostiles y agresivas contra el periodismo.

Adicionalmente, se expone que México, aun cuando no tiene una guerra con otro país, es el lugar del mundo con el mayor número de periodistas asesinados (72) en la última década. Se responsabiliza al presidente Andrés Manuel López Obrador por no contribuir a mejorar la situación, ya que “mantiene una retórica bastante hostil hacia los profesionales de los medios”.

“Cada vez son más los líderes políticos que estigmatizan a los periodistas y a los medios de comunicación en sus discursos. A ello se suman las campañas de desinformación, las acciones judiciales abusivas y la propaganda estatal, que fomentan la desconfianza hacia la prensa y favorecen la polarización. Esta violencia, unida a las agresiones físicas contra periodistas con total impunidad, está creando un clima de autocensura en América del Sur y Centroamérica”, recoge el informe.

La organización también alerta que la maquinaria de desinformación con fines políticos incluye el uso de la inteligencia artificial generativa, que avanza sin una regulación normativa. Además, se advierte que muchos Gobiernos controlan las redes sociales e internet, restringiendo el acceso, bloqueando cuentas o eliminando contenidos informativos.

Otra forma de ejercer presión es mediante la adquisición de los medios públicos, por parte de empresarios cercanos al grupo político que ostenta el poder, para tener injerencia en los contenidos que se emiten.

La clasificación mundial de libertad de prensa 2024 revela que “en tres de cada cuatro países evaluados existe involucramiento de actores políticos en campañas masivas de desinformación o propaganda, especialmente durante periodos electorales”.

Reporteros Sin Fronteras reiteró que “la violencia contra los periodistas, que se manifiesta en amenazas, detenciones, secuestros y asesinatos, sigue utilizándose con fines políticos, como estrategia de censura”. (I)