Cinco años del terremoto de magnitud 7,8, con epicentro en Pedernales, se cumplen este viernes 16 de abril. Más de 671 personas fallecieron durante este desastre natural que redujo a escombros casas y edificios, principalmente, en las provincias de Manabí y Esmeraldas.

Por la pandemia del coronavirus, que azota desde hace más de un año al país, esta fecha no será recordada como se ha venido haciendo en los últimos años en Manta, en la zona donde el edificio Felipe Navarrete quedó destruido.

Betty Cedeño, parte de los dirigentes del colectivo Amores Eternos 16 A, que agrupa a los deudos de los trabajadores de locales que funcionaban en el edificio en mención, que estaba anexo al mercado de la parroquia Tarqui, dijo que estaba en análisis la posibilidad de celebrar una misa en el lugar donde murieron sus parientes, y en la que participarían pocos familiares de los fallecidos el 16 de abril de 2016, por las restricciones propias de la emergencia sanitaria.

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A más del dolor de haber perdido a su hija, María Gabriela Rojas, quien estaba en el edificio Felipe Navarrete el día de la tragedia, Cedeño lamentó que de las ofertas del Gobierno nacional tras el sismo casi nada se ha cumplido, desde su perspectiva.

Entre esas ofertas, agregó, estaban la entrega de casas a los deudos de 40 integrantes que conforman la Asociación Amores Eternos 16 A, pues todos en la actualidad habitan en viviendas de familias acogientes o en otros casos alquilan; la construcción de una plaza memorial en el lugar donde colapsó el edificio (se indicó que en el inmueble fallecieron 92 personas); un seguro para los hijos de los fallecidos para que fueran atendidos por la Seguridad Social; y talleres de resiliencia.

De los talleres ofrecidos, la dirigente refirió que solo recibieron uno, y que de las casas, las ofertas quedaron en eso, pese a que tanto el presidente la República, Lenín Moreno, como el exvicepresidente Otto Sonnenholzner delegaron a finales del 2019 al exsecretario de la Presidencia José Agusto Briones –quien esta semana fuera detenido tras una indagación fiscal- a que escuchara a los deudos y atendiera sus petitorios.

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Él (Agusto Briones) dijo que lo de las casas con el Miduvi (Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda) era lo primero que iban a trabajar y que iban a solucionar el tema de la plaza memorial. Que lo del seguro de los niños lo veían más adelante. Habíamos pedido un incentivo económico que habíamos solicitado para las madres de los fallecidos en el terremoto, pues algunos tenían enfermedades catastróficas ahora ya avanzadas (…), nada se ha cumplido”, expresó Cedeño con desazón.

Sostuvo que, por ejemplo, Agustín Intriago, alcalde de Manta, les manifestó el deseo de ayudar a los integrantes de la Asociación Amores Eternos 16 A para dotarles de un terreno para que se pudieran construir las casas, pero reconoció que la parte económica para estructurarlas es decisión del régimen.

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La dirigente mencionó que luego del sismo, muchos se aprovecharon de los dineros de la reconstrucción, en algunos casos para construir parques y muelles que no eran la prioridad tras la caída de casas y la falta de sostén económico para hijos y padres de quienes murieron el 16 de abril de 2016.

“Por qué no se nos ayudó, los delegados del Gobierno, la secretaría del Comité de la Reconstrucción y los alcaldes inmersos dentro de ese Comité decidieron la plata de los damnificados (…). Se aprovecharon del dolor de nosotros para construir otras cosas. Eso no tiene perdón de Dios”, finalizó Cedeño. (I)