“Estaba amarrado y pensando solo en la muerte tenía el rostro con sangre tras los golpes”, así es como recuerda con angustia G.G., un joven de 29 años, la noche que fue víctima de un robo cuando salía de su trabajo hace tres meses, en el km 11,5 de la av. León Febres-Cordero. Se le llevaron $ 90 que cargaba para las necesidades de su casa, en el recinto Boca de Caña (Samborondón), documentos personales y su celular, pero además lo dejaron golpeado y tirado en Pascuales.