Cuando escuchas su nombre, probablemente piensas en pelo rubio, estampados de leopardo, ritmo de cumbia y videos virales. Pero detrás del maquillaje intenso, los rugidos felinos y los millones de vistas existe una mujer que empezó a abrirse paso cuando ni siquiera existía el concepto de Internet.
Juana Judith Bustos Ahuite (su nombre verdadero) nació en Perú y está activa desde 1964, mucho antes de que el algoritmo decidiera quién debía brillar. Hoy, con 80 años, llega a Ecuador para demostrar que su historia no es un chiste de la cultura pop: es una trayectoria que sobrevive a la crítica, al tiempo y a la industria.
Antes de convertirse en ícono, era estilista en un salón. Nadie imaginó que, décadas después, el mundo entero la bautizaría como La Tigresa del Oriente, rompiendo la barrera de edad, estética y reglas no escritas del entretenimiento latino.
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Esta semana, la artista visita Guayaquil para presentarse en un club de la ciudad y conversa con este Diario antes de su actuación.
Activa desde 1964 y hoy se reinventa como DJ. ¿Qué dirían quienes la conocieron en sus inicios si la vieran mezclando en una consola?
No me sorprende, porque a mí me gusta todo lo que es la música, los instrumentos... Eso lo he heredado de mi padre, porque él tocaba los timbales y el bombo en la provincia; él era integrante de un grupo musical.
Como DJ me encanta trabajar en ese rubro, me divierto junto con los otros DJ. Es como reinventarse en otro aspecto que no es el canto. Para mi público, al final, yo canto.
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En Guayaquil cantaré dos de mis canciones; también estaré como DJ. Cantaré Un nuevo amanecer, que es la canción que me hizo famosa a nivel mundial y que le gustó al público porque el mensaje de la letra es muy positivo. Cuando yo lo grabé, lo hice por inercia. No lo hice por ser famosa. Lo grabé porque me gustó escribir. Me cayó de sorpresa cuando vi el apoyo de la gente. Por eso YouTube me hizo la reina del YouTube en ese tiempo, con 20 millones de vistas.
Yo estoy bien convencida de que nadie que trabaja con la música es moneda de oro para gustar a todo público. Todos tienen sus seguidores y detractores. A mis detractores con respeto les digo: nunca es tarde para hacer lo que a uno le gusta, nunca es tarde para hacer realidad tus sueños. Yo demuestro a mi país y al mundo que sí se puede hacer lo que a uno le gusta, aun siendo una persona mayor.
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Sus 80 años los celebró recientemente en Colombia, en pleno escenario...
A mis 80 años estoy feliz, porque Dios me está regalando salud física y mental, y estoy bien habilitada para bailar, para cantar, para seguir componiendo canciones. Y lo que digan las personas que no están de acuerdo conmigo... Soy un ejemplo a seguir, me han dicho muchos. Hay quienes están frustrados porque no han hecho lo que quisieron. Los críticos son los que no han cumplido sus sueños; envidian porque tienen 30 años o 50 años y no han cumplido lo que querían.
¿Cuál fue el momento exacto en el que dijo: “No voy a quedarme en lo mismo, voy a convertirme en DJ”?
En este trabajo de la música, toda mi juventud estuve detrás de cámara en mi país. Comencé trabajando como estilista, maquilladora y peinadora. En los últimos siete años, en la televisión peruana me dediqué a las caracterizaciones de personajes, actores cómicos.
De la canción Un nuevo amanecer yo escribí la letra para que les llegue el mensaje a quienes quieren rectificar su camino y cumplir sus sueños, para que aprovechen para ser felices. Ahora la volví a grabar con orquesta en vivo, no como estaba antes, que no me gustaba tanto. Fui donde un arreglista y la cambié. Esa canción me sacó de mi país: he ido hasta Europa y Medio Oriente.
Hay mucha gente frustrada sin hacer lo que realmente quiere, y así se les pasa el tiempo.
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¿Qué significa para usted abrirse paso en una escena dominada por artistas de 20 años?
Simplemente que esos que están sentados calificando a los artistas están equivocados, porque si una persona de 40 o 50 está haciendo música y es cotizada a nivel mundial, ¿por qué no valoran eso? ¿Por qué discriminan a la persona mayor si está en toda su vitalidad? No lo digo por mí nomás, porque hay muchas personas que a lo largo de los años de mi vida he visto lo que pasa.
Siempre pienso que la gente joven se pone celosa. Hay muchos DJ que no los llaman a trabajar en una discoteca, en un teatro, y que para estar en la palestra tienes que tener de todo para caer bien al público. Por eso, agradezco a Dios por darme este trabajo musical, porque Él es quien mueve las cosas; algo bueno habré hecho. Quizás he sido una buena hija. Apoyé a mi madre hasta los últimos días de su vida. Siempre estoy pensando en ayudar. Ahora estoy preparando la campaña “Ayúdame a ayudar”.
Sus videos son virales y criticados. ¿Cómo tomas estas posturas?
A mí me tienen sin cuidado mis críticos; no me llaman la atención. Los críticos son los frustrados. Por algo yo he trabajado toda mi vida en la televisión peruana. He visto a mucha gente con mi trabajo llegar a los canales con ese sentimiento de hacer algo pero no ser elegidos, y un montón se queda en nada. Igual es en las canciones. Tú haces una canción... Y hay muchos que, cuando compongo, me llegan sobres con canciones y melodías. Yo no hago melodías. Yo soy compositora, hago la letra y la música.
Creo que los que no han logrado nada no han llevado a cabo su vocación; los he visto llorar. Por eso es que a mí no me preocupa lo que digan los críticos. Con respeto les digo: si hacen algo que no es su vocación, si estás en más de 40 o 50, ¿por qué no tomas una decisión y te presentas? Prepárate y haz lo que no pudiste hacer lo que querías de joven. Si La Tigresa pudo, ¿por qué ustedes no podrán? Dejen de criticar. Los quiero también a mis críticos.
La alianza con Wendy Sulca y Delfín Quishpe marcó un antes y un después en el internet latino. ¿Cómo vivió ese momento?
Un amigo planteó a una amiga juntarnos a los tres; yo ya era conocida cuando ocurrió esto. Fue una experiencia bonita. Yo ya estaba haciendo mi carrera. Acepté para ver qué pasaba. Mejor estoy sola (dice riendo).
La Tigresa del Oriente en Ecuador
A Guayaquil no regresaba desde hacía una década aproximadamente. Esta semana aterrizó para una presentación en Pose Club (edificio Professional Center, frente al Mall del Sol), donde actuará la noche de este sábado, 6 de diciembre. De sus primeras visitas, recuerda la ocasión en que llegó al Puerto Principal para presentar un video musical en televisión nacional.
Los costos son $ 20 (preventa) y $ 40.
¿Qué fue más difícil: abrirse paso en la música peruana de los años 60 o conquistar YouTube y la escena DJ internacional?
Yo empecé haciendo folclore peruano, el huayno; hice algunos con mi letra y música. Después de un tiempo dije: “¿Y por qué no puedo hacer también el vals?“. Hice una letra para mis hijas, pero en versión vals.
La Tigresa es madre de Jacquelin y Jenny Bustos, y también tiene un nieto que se llama Sebastián. A ellos los describe como los amores de su vida.
¿Qué le falta lograr?
Yo creo que ya logré lo que toda persona quisiera lograr en la vida: cumplir mis sueños. Mis sueños era verles grandes a mis hijas y a mi nieto y llevar a cabo mi vocación, que siempre ha sido la música. Estoy trabajando en la música y dando gracias a Dios. Pese a mis años, estoy enterita y con mucha vitalidad. No me falta nada. Estoy en pleno trabajo. (E)

























