En un destino en medio del mar, donde no existe el servicio a domicilio, el chef, empresario gastronómico, presentador de televisión y juez de MasterChef celebrity Colombia Christopher Carpentier es el elegido para atender al grupo de invitados que lleguen a la exclusiva Corona Island.

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El chef profesional conversó con este Diario vía Zoom para hablar de su proceso creativo gastronómico en ese armónico y pacífico destino. “Quienes lleguen van a entender que toda la puesta en escena de la isla tiene una coherencia en su diseño, su arquitectura, su gastronomía y en todas sus actividades”.

El aforo al destino es limitado y solo se accede mediante la cortesía que otorga Corona Ecuador.

Con su amplia trayectoria, ¿qué lo atrajo de la invitación a liderar la gastronomía en este destino?

Lo primero que a uno lo atrae claramente es el desafío de poder poner en un solo lugar tantas variables gastronómicas, variables de la bebida, de la cerveza, de la entretención. Es conjugar en un solo lugar un espacio donde la gente tiene que disfrutar, tiene que conocer la marca, tiene que conocer el lugar, así como capturar todo el contenido que queremos entregarles desde lo sustentable. Es una experiencia muy linda que, a partir de la gastronomía, gran parte de la historia de la isla y del proyecto se cuente a los visitantes.

¿Cómo se diseñó el menú para los viajeros?

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Fue diseñado (considerando) que viene gente de todas partes del mundo, pero lo más importante es que tenemos que incorporar elementos que estén a la mano, cercanos a la isla, y que sean productos sostenibles. Queremos echar mano a los recursos que tenemos sin generar una huella o algún tipo de desorden en el ecosistema de alrededor de la isla, y también siendo inteligentes en cuanto a que nuestra oferta sea variada a partir de la bondad de la materia prima, que es lo que nos tiene que representar. Acá quizás un poco el ego del chef pasa a un segundo plano y la gastronomía es la protagonista, en conjunto con la cerveza.

Y con esos lineamientos, ¿qué productos ha logrado destacar en los platos?

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Definitivamente productos de mar, pero también fue importante hacer un menú en que podamos identificar y atender a quienes, por opción o por condición, a veces no comen carne o son intolerantes a la lactosa o al gluten, o son vegetarianos o veganos. Hemos tenido que fijarnos también en ese aspecto, y que alimentos como la papa y algunas legumbres que son muy de Latinoamérica se hagan presentes en la carta, y que esos productos puedan brillar en el almuerzo o por la noche.

¿Cómo se conecta también la gastronomía con el entorno de la isla?

El menú fue pensado (según) las horas del día. Como estamos en una isla, en un lugar donde no queremos que los invitados estén pendientes de nada tecnológico ni de relojes, la carta fue diseñada (pensando en) el amanecer, cuando recién el sol comienza a salir; el mediodía, donde el sol está más arriba y hay más energía y se intensifican los colores; la tarde o sunset, cuando terminamos celebrando el final del día con una experiencia gastronómica que puede ser una paella, un barbecue, una comida mexicana o colombiana.

¿Cuántas personas lo acompañan en la cocina?

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Es algo que va cambiando, pero en promedio son cuatro personas.

A diferencia de su trabajo en la televisión, ¿cómo es esa experiencia de estar frente a frente y noche tras noche con sus comensales?

Lo primero que uno vive es que la recompensa, ya sea positiva o negativa, es inmediata. Cuando estás en televisión tienes audiencias que pueden opinar, pero de manera un poquito más lejana; pero en la isla la gente está constantemente consumiendo tu producto y viviéndolo de manera inmediata. Si les gusta un plato, te lo hacen saber, o si hay algo que les gustaría cambiar. Pero también es muy dinámica, porque, dependiendo de quién haya llegado o qué hay o no hay, tienes que estar pendiente de cómo personalizas esa oferta gastronómica que uno tiene pensado brindarles a sus huéspedes. Lo importante en este destino es que cada uno lo celebre y lo disfrute sin importar su país o sus gustos personales (...). Queremos que se vayan contentos.

En resumen, ¿qué experiencia pueden esperar quienes lleguen a este destino?

Una experiencia muy de compartir, de celebrar, con una cocina y una gastronomía muy cercana y hecha a la medida, porque estamos muy pendientes de conocer a todos los visitantes antes de que lleguen.