Aunque sea en la tabla del alma, ganar siempre suma. No existe tónico más curativo ni noticia más tranquilizadora que la victoria. Es de suponer que eso aconteció con Ecuador 2 - Bolivia 1. Ni era por la Eliminatoria ni Bolivia es Brasil o Argentina, pero todo triunfo calma los nervios, agrada, ilusiona. Buena idea de Gustavo Alfaro (y seguramente de la Federación también) la de aprovechar la fecha FIFA y armar este amistoso, así Bolivia sea el último de la tabla. No importa, todo partido sirve, más a nivel de selección, en el que no abunda la posibilidad de jugar. Y en tiempos pandémicos, cuando no sobran ocasiones. Aparte, se jugó con seriedad, sin pensar en el rótulo de “ensayo”.