QUITO
.- En el proceso para designar a los miembros de la Corte Nacional de Justicia, ayer se cumplieron las audiencias de impugnación a los candidatos.

El exsuperintendente de Bancos, Juan Falconí Puig, se defendió por casi diez horas de las acusaciones en su contra.

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Falconí, junto al expresidente del Consejo de la Judicatura Benjamín Cevallos, fue uno de los más impugnados dentro de este concurso, con 8 cuestionamientos a su candidatura.

Una de las impugnaciones fue del exasambleísta del Prian, Freddy Bravo, quien acusa a Falconí de haberse beneficiado de la crisis bancaria de 1999 y ser uno de los que firmó el decreto que congeló el dinero de los ecuatorianos.

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Falconí negó la acusación alegando que como funcionario del gobierno de Jamil Mahuad, firmó un artículo para suavizar los congelamientos y aseguró que la mayoría de sus impugnantes son "testaferros" de Roberto y William Isaías, exdueños del Filanbanco.

Mientras se producían los alegatos en el auditorio del Ciespal, en los exteriores un grupo de unas cien personas también rechazaba la aspiración de Falconí. Incluso uno de ellos, Francisco Santander, simuló una crucifixión y acusó al postulante de estar tras la muerte de su hermano, Nelson Briceño Santander, hecho que sucedió en diciembre de 1991.

En la tarde fue el turno para el asambleísta del PRE, Abdalá Bucaram Pulley, quien cuestiona la candidatura de Falconí Puig por tener enjuiciado a un canal estatal, mantener juicios por presunto peculado, injurias y falsificación.

Para hoy y mañana están previstas las audiencias de impugnación en contra de Benjamín Cevallos.