Su singular aspecto. ‘Feos’ para la mayoría de personas. El hecho de ser nocturnos, de que puedan volar y orientarse a la perfección en la oscuridad, de que duerman cabeza abajo y que algunas especies elijan cuevas y espacios profundos y recónditos como refugio ha hecho que durante siglos a los murciélagos se los estigmatice. Y por eso eran perseguidos, atacados... eliminados por el hombre.