Ignacio Hurban, reconocido ahora como Guido Miguel Carlotto, es el nieto N°114 recuperado por la larga lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo. Es un nieto simbólico porque su abuela, Estela de Carlotto, es la fundadora del movimiento que empezó la búsqueda de los hijos robados por la dictadura argentina. 

Es un joven pianista nacido en 1978 y criado por una familia en la localidad bonaerense de Olavarría. Se sabe que a más de la música, su pasión es el equipo River Plate.

Pianista de profesión; comenzó a estudiar a los 12 años y continuó de manera ininterrumpida, dicen los medios argentinos. A los 14 años, se mudó a Buenos Aires para seguir con su formación en el Instituto Municipal de Música de Avellaneda.

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Actualmente, se desempeña como docente en Olavarría y además es el director de la escuela de música "Hermanos Rossi".

Ayer, en la conferencia de prensa que brindó en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto indicó que Guido fue notificado la misma tarde del martes del hallazgo genético que reveló la coincidencia de ADN. Y, según sostuvo, estaba "feliz".

Guido no tiene hijos y vive con una diseñadora de modas que fue quien lo impulsó a hacerse las pruebas, porque ella estimaba que él tiene parecido con la abuela Carlotto.

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Igualito al padre

Pero la otra abuela de Ignacio (Guido) vio su foto y cree que es el vivo retrato de su hijo desaparecido, quien era pareja de Laura Carlotto.

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Tiene 91 años y vive en Santa Cruz. Hortensia Ardura de Montoya, madre de Walmir Oscar Montoya y abuela de Guido, el nieto recuperado de Estela de Carlotto, lloró por el inminente encuentro con el hijo de su hijo, luego de más de 36 años de búsqueda, según la prensa argentina.

"Es igualito a su padre, no puede negar que sea hijo de mi hijo. Verlo a él fue ver a mi hijo, porque son un calco", dijo en diálogo con un medio local. Enseguida se quebró y lloró. "Emociona saber que es nuestro", completó, casi sin voz.

Oscar Montoya fue un militante del grupo guerrillero Montoneros que también fue asesinado durante la dictadura argentina. La identificación de Ignacio fue posible debido a que él mismo se acercó hace dos meses a Abuelas para hacerse las pruebas en el Banco Nacional de Datos Genéticos, donde está registrado el ADN de miles de víctimas de la dictadura.