De la mano del bajo, el piano y la tecnología, el mítico Paul McCartney, exintegrante de la legendaria banda inglesa The Beatles, encendió el estadio Casa Blanca, en donde dio un histórico concierto.

El veterano artista, quien llegó a la fama en la década del 60 con The Beatles, se encontró la noche del lunes en Quito con sus seguidores y las voces de nuevas generaciones que 50 años después aún corean sus éxitos.

Eight Days a Week abrió el espectáculo frente a los fans, que parecían no creer que Sir Paul estuviera cobijado por el mismo frío capitalino que a ellos les rodeaba.

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Más de un detalle robó el corazón de los seguidores. El primero llegó media hora después de iniciado el concierto, tomó el bajo con el cual interpretó en la década del 60 Paperback Writer. Sucedió luego del saludo en español y el “¡Chullas quiteños!” que no pegó a todos porque había fans de otras ciudades.

Poco después, al expresar la palabra “¡Achachay!” (que en quichua denota frío), surgió más de una carcajada y transformó los rostros de admiración de los presentes en una relación más cercana. El público le ofreció una sorpresa cuando cantó New, de su último álbum. Afiches con el logo del CD asomaron mientras él miraba sorprendido.

A las 23:10, McCartney hizo el primer intento de irse, pero la audiencia pidió “la yapa” –palabra que él repitió– y volvió a cantar. Cuando todo parecía enfriarse con la lluvia que empezó a caer, el clímax llegó con Live and Let Die. A las 23:28 dio otra ‘yapa’, con Yesterday y All You Need is Love coreadas con vigor por los fans.

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Detalles
LA NOCHE.

Escenario
Grandes pantallas colocadas en el estadio de Liga de Quito mostraron al legendario artista.

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Show
El concierto no contó con teloneros y empezó puntual, a las 21:00.